Tenemos una teoría confusa acerca de un muy corriente accesorio para sillas, sobre todo para las de los coductores de coches como nuestro padre o nuestro esposo, que es básicamente un recubrimiento para el espaldar y el cojín hecho de bolas de madera. Las bolitas están entrelazadas por un tejido de cuerda y se fijan a la silla por medio de tirantes que se amarran por detrás de la superficie sobre la que van a ser usadas.
Nuestro razonamiento nos confunde; a primera vista luce un poco tormentoso sentarse sobre ese tejido de bolas duras y sobre todo apoyar en ellas la espalda, parece más una terapia oriental de relajación (o de tortura); en segundo lugar, aceptamos que es posible que la estimulación que las pequeñas piezas hacen sobre nuestro cuerpo puede ser beneficiosa, como lo es la acupuntura y el yoga, aunque la exigencia física sea alta los beneficios la compensan.
Con motivo de la inquietud que tenemos sobre el mencionado accesorio la galería francesa NEXTLEVEL encargó al diseñador londinense PHILIPPE MALOUIN una silla para descansar basada en este sistema.
SKIDROW es una comodísima alternativa para pasar jornadas enteras leyendo, con riesgo de quedarse dormido, viendo la televisión, con riesgo de quedarse dormido, o para quedarse dormido durante horas. La silla está contruída con una estructura tubular de acero, bolas de abedul perforadas y cuerda elástica. Cuando nos sentamos en ella, las bolas de madera, insertas en la cuerda elástica, toman la forma del cuerpo manteniendo la rigidez nesaria para ofrecer confort y relajación.
Para adquirir este bello y terapéutico mueble podemos visitar la página Web www.philippemalouin.com.