Las manchas de cal son los depósitos minerales blancos que se acumulan en las superficies que se tocan con frecuencia con agua. Quitar las manchas de cal que deja el agua en los vidrios, las puertas de las duchas y las ventanas es esencial para mantener las superficies limpias y evitar la acumulación permanente de depósitos minerales. Pueden ser bastante fáciles de quitar con un poco de esfuerzo si las manchas aún no se han fijado y la consistencia en la limpieza es la clave para mantener el vidrio libre de manchas.
Qué tienes que saber antes de limpiar las manchas de cal del agua
Las manchas de cal del agua reaparecerán después de la limpieza a menos que el agua se filtre o se trate con un sistema de ablandamiento de agua. Incluso las ventanas exteriores pueden tener manchas de agua dura si no se secan adecuadamente después de limpiarlas o si un sistema de rociadores golpea el vidrio con regularidad.
Si sabes que las manchas de agua dura son un problema en tu localidad, debes tener un cuidado extra al limpiar los accesorios de vidrio como parte de su rutina habitual de limpieza. Evitar la acumulación excesiva protegerá el vidrio de ser grabado permanentemente por los minerales. Una vez que comienza el grabado debido a la naturaleza abrasiva de los minerales, no hay forma de restaurar el cristal a su claridad original
Para eliminar las manchas de cal de agua del vidrio, prueba con un limpiador comercial o un método casero donde uses ácidos suaves como vinagre blanco destilado o zumo de limón y abrasivos suaves como bicarbonato de sodio.
Los métodos de limpieza que se enumeran a continuación se vuelven cada vez más agresivos para eliminar las manchas de agua dura en el vidrio. Si el primer método no elimina las manchas, prueba con el siguiente. Si decides usar un quitamanchas de agua dura comercial, lee y sigue las instrucciones cuidadosamente. Algunos limpiadores son más potentes que otros, así que siempre usa equipo de protección y almacena y desecha los limpiadores de manera adecuada.
Pasos que debes seguir con vinagre blanco destilado
A continuación vamos a explicarte los pasos que debes seguir para poder limpiar toda la cal que se acumula y que te queden unas superficies limpias.
El vinagre blanco destilado es un ácido suave (ácido acético) que ayudará a romper los enlaces que los minerales del agua dura han formado con la superficie del vidrio. También puedes sustituir el zumo de limón o lima fresca (ácido cítrico) en la solución de limpieza.
En una botella de spray combina una parte de vinagre blanco destilado o zumo de limón con una parte de agua destilada. En el caso de que quieras una solución limpieza más fuerte, usa vinagre de limpieza en lugar de vinagre blanco destilado de grado alimenticio.
El vinagre de limpieza contiene alrededor de un 6 por ciento de ácido acético, mientras que el de grado alimenticio contiene alrededor de un 5 por ciento de ácido acético y un 95 por ciento de agua. Eso no parece una gran diferencia, pero el vinagre de limpieza es un 20 por ciento más fuerte que el vinagre blanco destilado para hacer frente a las tareas de limpieza.
Rocía la solución
Coloca una toalla vieja en la parte inferior del panel de vidrio para atrapar las gotas. Comenzando en la parte superior de la puerta o ventana de vidrio de la ducha, rocía la solución de vinagre y agua en la parte superior del vidrio. Muévete hacia abajo metódicamente en filas iguales hasta que cada parte del vaso esté húmeda. Permite que la solución permanezca en el vidrio y trabaja durante al menos 30 minutos.
Friega y limpia el suelo de los depósitos de cal
Con un cepillo de cerdas suaves o un paño de microfibra, comienza en la parte superior del panel de vidrio y limpie los depósitos minerales. Trabaja con movimientos circulares y Enjuaga el cepillo o paño con frecuencia. Usa un cepillo de dientes viejo para llegar a las esquinas o alrededor de los bordes de las molduras de metal. Si bien el vinagre no es tóxico, usa guantes de goma para protegerte las manos y protección para los ojos para evitar salpicaduras indeseadas.
Enjuaga y seca
Una vez que las manchas se hayan aflojado y eliminado, enjuaga con agua dulce. Comienza por la parte superior, utiliza una escobilla de goma de buena calidad para eliminar la mayor parte del agua. Termina de secar completamente con un paño de microfibra sin pelusa.
