La utilización de las cómodas como elemento decorativo en los dormitorios se remonta al siglo XVIII, aunque algunos historiadores ya hablaban de ellas como piezas de mobiliario imprescindible mucho más atrás en el tiempo, algunas piezas datan incluso del antiguo Egipto.
Las cómodas se han ido adaptado al paso de los años y los estilos decorativos, y han ido incorporando lo último en materiales para su elaboración sin perder su esencia: una cajonera no más alta que una mesa. La cantidad de cajones la han ido modificando los diseñadores, y se pueden encontrar de hasta seis cajones de distintos tamaños.
Lo mismo ocurre con su utilización, antes reducida a las habitaciones, ahora es posible otorgarle protagonismo en cualquier rincón de una casa. Éste es un tipo de mueble que despierta pasiones entre los amantes de la decoración, y hay quien, afortunado por tener espacio, se atreve a coleccionarlas, rescatando algunos ejemplares de los contenedores, restaurándolas y convirtiéndolas en auténticas joyas.