Los que vivimos en un pueblo sabemos perfectamente lo que es «salirse al fresco» cuando cae la tarde. Cada vecina se saca su silla y bien en fila o en corro pasan las últimas horas del día antes de cenar o acostarse. Los niños juegan en la calle mientras su padres o abuelos conversan sobre sus cosas o sobre los cotilleos que han sucedido en el pueblo, por qué no decirlo es así, los corrillos llevan implicitos los cotilleos.
Con estas sillas todas tendrán el kit completo para sentarse lo más juntitas posible y enterarse de si el hijo de la vecina de la esquina ha dejado embarazada a la novia. Se trata de una silla plegable con cuatro o cinco plazas que se recoge como un acordeón.
No penséis que se ha diseñado expresamente para este fin sino que es el concepto ganador del Wiesner Hagen Design Contest 2008, pero ¿a que es una buena idea aplicarla «al fresco»? He de reconocer que nos es mía, la he visto en No puedo creer…. pero ya me imaginaba a mi abuela sentada con sus vecinas…. no lo he podido evitar.