La decoración étnica es una práctica que realmente puede sonar sencilla pero es increíblemente compleja, ya que la misma intenta imitar estilos decorativos, de culturas tan características que representan en la decoración de sus espacios formas y conceptos de vida que trascienden las formas y el espacio.
Es por ello que en el caso particular de la decoración japonesa sobre la cual aplicaremos un párate, la idea occidental del lujo queda de lado y son los espacios austeros quienes ganan terreno, reflejando la forma de vida de la cultura japonesa, la austeridad o los espacios amplios con piezas elementales no caen en desmedro de su estética ya que hablamos de uno de las practicas decorativas mas complejas y hermosas de crear.
Comenzando por el salón debemos destacar que el espacio debe ser amplio, carecer de mobiliarios que para la cultura occidental son indispensables como los sillones es un común denominador, las mesas son pequeñas y bajas, los almohadones se encontraran por doquier, la luminosidad es trascendente y tanto el pavimento revestimiento de paredes como separadores de ambiente son piezas elementales en el desarrollo de la practica.
Una de las características mas trascendentes de la cultura japonesa es su escritura, la misma de carácter icnográfico tiene un impacto rutilante en la decoración de los espacios y puede incluso conformar la morfología de mobiliarios tales como las estanterías
Si bien como aclaramos algunas piezas típicamente caen en desuso para la cultura occidental estas son indispensables y por ello la industria de la decoración desarrolla homónimos adaptados a la practica decorativa, Haiku Futon es una de ellas quien dispone de este maravilloso sofá denominado Yokohama el cual es un fiel representante de la cultura nipona y puede convertirse en cama.
Zaishu por otra parte diseña mesas y taburetes con estilo oriental, particularmente japoneses y indios, adaptados a la práctica por su morfología de poco impacto y sus decoraciones icnográficas propicias para la temática.
Las camas bajas y amplias sin ornamentaciones particulares y con una tendencia a destacar la belleza de las materias primas que la conforman las cuales en el caso de no desarrollarse en bambú el cual es un material económico y de alta rotación, son implementados en imitaciones creadas a partir de maderas acabadas con lacas sintéticas.
La ropa de cama, la combinación de colores, el mobiliario bajo y escueto, la adaptación de piezas de uso indispensable los separadores de ambiente introducidos en la tendencia y la iconografía presente en cada espacio, transforman nuestra casa en un rincón de la cultura japonesa, una forma de vida y de percibir la existencia muy particular y estrictamente hermosa en su confección.
