Seguro que todos hemos recogido alguna vez conchas, caracolas y piedras llamativas que nos encontramos por lugares y playas perdidas… o no tan perdidas. Pero después ¿qué hacer con estas piedras?
Hay quienes hacen colgantes, collares o pendientes para uso personal o incluso venderlas; hay quienes las ponen en sus estanterías, en jarrones o frascos… pero también hay personas que simplemente las guardan por no saber qué hacer con ellas y quizás con el tiempo algo se les ocurra.
Si te fascina la artesanía, tejer y reutilizar telas, retales o pequeños tapetes, os mostramos una genial idea para decorar de forma especial estas singulares piedras… y ¿quién sabe? Podrías ponerla como decoración en el salón.
Resurrection Fern parece ser la pionera en este tipo de decoración o concepto. Esta gran artista pensó que cortar trozos de telas diferentes y unirlas a base de crochet era una excelente idea… y la verdad que no se equivocaba.
Según su propio concepto esto es parecido a realizar una colcha, para la cama, donde cada generación de una familia aporta su granito de arena.
Pues bien, es algo similar, tenemos la opción de dejar espacios en blanco, es decir, sin coser ningún retal de tela; de esta forma el hueco libre representaría a nuevas personas y experiencias distintas. Cada uno cose algo diferente en las piedras.
Como alternativa es perfecta, así podremos disfrutar de esos tapetes y mantelitos que nuestras abuelas hacían y a los que ya no podemos dar uso debido al paso del tiempo. Quizás un mantel familiar al que no damos uso por no estar en condiciones o una camiseta o camisa de cuando éramos niños y simplemente la guardamos sin darle ningún uso.
Cada uno de nosotros podemos dar una utilidad diferente a estas piedras ya decoradas, quizás como pisa papeles o como un centro de mesa introduciéndolas en una cesta.
Ahora podemos disfrutar de esas piedras que encontramos y esos retales de tela que nos encantan y no sabemos qué hacer con ellos.