Cuando visitamos una casa de un amigo, de una familiar, de un compañero, etc. es habitual que reparemos en los pequeños detalles y localicemos casi al instante los pequeños errores. Sin embargo, esos mismo errores, en nuestra propia casa los pasamos por alto, quizá sea porque forman parte de la decoración y estamos tan acostumbrados a convivir con ellos que ni los vemos.
Hoy, para «abrirte los ojos» te traigo una pequeña lista de esos errores tan comunes y que muchas veces ignoramos. Toma buena nota:
- El exceso no es bueno.
Te voy a poner un ejemplo: muchas veces tendemos a lenar los sofás de cojines y almohadones innecesariamente. Y digo innecesariamente porque en la mayoría de los casos sólo sirven para cargar el ambiente y molestar a la hora de utilizar el sofá que hay que retirarlos, rodarlos, etc. Por lo tanto, nada de excesos innecesarios, especialmente si además suponen una incomodidad. - Tener en cuenta hasta el mínimo detalle es muy importante y esto es aplicable a los complementos, adornos, etc.
En este caso te voy a poner otro ejemplo: ¿Cuantas veces has entrado a una casa y lo primero que llama tu atención son esas horribles flores artificiales?. Las flores artificiales en la decoración son una acierto si se saben escoger. Si piensas incluirlas en tu decoración escoge bien el diseño, debe ser un diseño original, acorde con el resto de la decoración e impecable, de lo contrario deshecha la idea o sustitúyela por flores naturales. - Tampoco de bes olvidar las ventanas, una casa con ventanas desnudas es una casa fría y sin gracia. Además, las cortinas, persianas, estores, etc. no son sólo casi imprescindibles en la decoración, sino que además aportan intimidad, calidez y comodidad, ya que ayudan a regular la luz.
- Vigila la funcionalidad de toda la casa: evita muebles que estorben o dificulten el tránsito o acceso o otras estancias, ten muy en cuenta la iluminación, si tienes problemas de almacenamiento apuesta por mobiliario que te ayuda a solucionar el problema, etc.
- Por último, aunque no por ello menos importante ¡los cables!. Tendemos a olvidar los cables y no hay nada más desagradable que ver cómo suben y bajan cables por las paredes o cómo afean el ambiente colocados a la vista por el suelo, sobre muebles, etc.