Son Gener es una finca rústica ubicada en Mallorca que ha sido reformada y transformada en hotel. Ubicada a pocos metros de la playa, su origen data del siglo XVIII y la magia de la época se deja entrever por cualquier lugar del recinto.
Ha sido reformada manteniendo la estructura original y la piedra se deja ver en algunas zonas de las estancias. Pero según mi modesta opinión, lo que más llama la atención a primera vista es su sencillez y sobriedad. Se ha decorado solo con lo necesario para garantizar el confort y no hay ni un elemento que pueda ser prescidible.
Sus colores ocres y los ambientes limpios transmiten una paz que pocos sitios pueden conseguir. Para completar esta atmósfera los muebles son de materiales y fibras naturales, y cada habitación es diferente a las demás.
Un rincón de tranquilidad en nuestro frenético mundo. Una buena idea para adoptar en la decoración de nuestro hogar.
Vía: Decora Hoy