Esta disyuntiba se planteó Chris Jeavans, una periodista de la BBC que decició iniciar un experimento en el que permanecería un mes sin consumir productos que contuviesen sustancia plásticas. La idea surgió en su mente tras ver un documental sobre el Pacífico Norte en el que aparecía un montón de plástico que flotaba lejos de tierra firme. «Me hizo pensar que una simple botella puede terminar como residuo a miles de kilómetros de distancia».
Jeavans vive en Londres con su marido y su hijo de un año, y la idea de que el pequeño pudiese estar expuesto a posibles sustancia tóxicas le animó aún más a hacerlo. Los recortes fueron bastente duros y produjeron y cambio radical en los habitos de vida de la familia. Cambió los pañales del bebé por unos de tela, las botellas de plástico por otras de aluminio, recibían la leche en cristal o utilizaban cepillo de dientes de madera. Fue entonces cuando se dió cuenta de lo difícil que resulta evitar el plástico en nuestra sociedad, y de hecho, finalmente se vió obligada a consumir.
En el sotano de su casa hay dos cubos de basura, uno con residuos, anterior al experimento, y otro con los residuos consumidos durante el experimento. En el primero había 600 elementos de plástico y en el segundo 116, muchos si consideramos que se encontraba durante la realización del experimento pero pocos si los comparamos con los del mes anterior (500 elementos menos).
Con respecto a los objetos de plástico encontrados en el cubo, la periodista explicó que eran productos que no pudo evitar consumir como un montón de pañales, pajitas que le sirvieron en un restaurante, partes de botellas de cerveza o un tenedor que le dieron en una barbacoa y que le dió vergüenza rechazar.
Todas sus experiencias eran guardadas en un blog en el que también recibía apoyo y comentarios, muchos de ellos le han ayudado a adquirir nuevos conocimientos sobre la ecología, los pros y los contras.
Al finalizar el experimento extrajo como conclusión personal que el mundo actual no está preparado para prescindir del plástico, se encuentra en demasiados productos como para poder evitarlo al 100%. Lo define casi como una misión imposible. En nuestra vida diaria consumimos más plástico del que pensamos, sin darnos cuenta. Simplemente debemos pararnos a pensar en lo que llevamos encima en este momento, en lo que llevamos en el bolso o en lo que tenemos alrededor. Botellas de agua, zapatillas, cajas, bolsas, algún elemento en la ropa, etc… y esto también sucede en la decoración.
Según su experiencia, Jeavans cree que nuestras pautas de consumo terminarán por cambiar, fundamentalmente por razones económicas, influido por el precio del petróleo, que tal vez nos lleve a buscar otra alternativa. Lo ideal sería que esa alternativa sea límpia y renovable.
La dirección de su blog es:
Vía: El País Tierra