Hace unos días veíamos como un recibidor completamente blanco se transformaba en un habitáculo con más personalidad al pintarlo con rayas y añadirle algunos complementos, pero puede que éste recibidor de rayas blancas y negras resulte un poco más arriesgado.
Quizá demasiada saturación para un espacio pequeño, pero no podemos negar que el resultado estético es increíble.
El pequeño aparador que vemos en la primera imagen ha sido restaurado y también pintado en los mismos tonos, que luego se han combinado con toque rojos una lámpara de araña de éste color, muy similar a la que veíamos hace unos días.
Vía: Design Sponge