Es un auténtico esfuerzo de artesanía y paciencia pero el resultado merece la pena. Este aparador que vemos en la imagen hace un tiempo tenía un aspecto radicalmente diferentes, pero con la ayuda de un poco de pintura, madera e ingenio este ha sido el resultado.
Se ha pintado con pintura muy oscura para tapar los posibles defectos del mueble y se ha decorado con varillas de madera, pegadas a mano una a una y haciendo el dibujo de un sol.
Entre las herramientas que vas necesitar se encuentra un martillo, clavos, brocha de pintura, pegamento y una lija para eliminar las impurezas que pueda tener el mueble. Quizás necesites alguna más, pero están serán tus compañeras durante todo el proceso de restauración.
Ya tienes una idea para darle un nuevo uso a ese mueble que tienes guardado en un rincón, ahora sólo tienes que ponerlo en práctica.
Vía: Design Sponge