Hoy en la mañana tuve una reunión con una nueva amiga (léase nueva cliente) que quiere que le ayude a decorar su piso. Ella, que llevaba no más de seis meses de casada, se está divorciando de su esposo y no quiere que en su casa –con la que se queda según el acuerdo matrimonial- haya señas de su triste vida marital. Yo le expliqué que es imposible que en el piso donde compartió medio año de su vida con el que creyó era su verdadero amor no tuviera mucho de él, incluso habiendo ya prendido fuego a todas sus pertenencias y fotografías.
No me enteré exactamente de qué ocurrió para que la pobre chica decidiera abandonarlo todo –menos el piso, dos coches y una generosa indemnización- pero me puedo imaginar que fue algo relacionado con infidelidad y procreación. El asunto es grave porque al parecer el recién casado va a ser padre pero la madre del hijo no es en definitiva mi amiga, aunque ella estaba deseosa de hacer crecer su familia.
De hecho había reservado ya una habitación para el bebé y hasta le tenía cuna; he de aceptar que es bella buena. Se trata del modelo CAMILLE, fabricado por la casa francesa DUTAILIER, que además de estar fabricado con materiales hipoalergénicos es convertible. Es muy extraño que a pesar de toda la situación la cuna y la habitación del bebé no vayan a ser modificados. La mujer está muy joven. Mayor información en la página Web http://www.dutailier.com