Me encantan los muebles que dan segundas oportunidades a los objetos y los aplican a la decoración. Por ejemplo, ¿para que podría servir un tubo de tobogán? Sí, sí, de eso que nos encontramos en los parques infantiles o en los parques acuáticos y en los que todos los quedamos atrancados porque no baja la suficiente agua, para terminar empujando con los pies. Bueno, pero el tema no es ese. Como iba diciendo me encantan los muebles que suponen una segunda oportunidad como este sillón. Se llama Slide Chair y su autor es Evan Dublin que lo rescató en Nueva York y lo convirtió en un cómodo sillón.
Le ha puesto unas pequeñas patas que compensan la inclinación del tubo y ha tapizado su parte interior para conferirle comodida. Sin duda es un esfuerzo de restauración pero también de reciclaje y ecología, además de una pieza que captará todas las miradas.
Más información: Evan DublinVía: Freshome