Pensar en objetos ornamentales es sin duda alguna retrotraernos en cierto sentido en el tiempo y apreciar cuales fueron los cambios sustanciales que nos llevaron indefectiblemente a admirar cómo piezas de belleza, aquellos objetos de carácter vanguardista de singular morfología.
Al retroceder en el tiempo notamos que las nuevas piezas ornamentales no son más que el relejo tecnológico de la rustica belleza natural y la antigua destreza del artesano hoy remplazada por la confección de piezas de carácter masivo, pero la decoración moderna también nos permite regresar al origen, y es en las piedras y su manipulación que encontramos tal vez el matiz perfecto entre la belleza original y la transformación vanguardista.
La piedra cómo bien sabemos es utilizada desde los anales de la humanidad, pero su desarrollo a través del tiempo dio paso a otros materiales, de todas maneras su belleza continua alumbrando nuestro espacios y encontramos piezas de una magnificencia extraordinaria, tanto en su carácter primario cómo en la adaptación que la etnología nos puede ofrecer.
Disponer de pequeñas piedras redondeadas o comúnmente denominadas canto rodado en la regadera, es toda una experiencia, recobrando aquello que fue ni más ni menos que el precio del confort, la ausencia del contacto diario con la naturaleza.
Otra tendencia muy característica es la utilización de estos materiales interactuando con paredes y mobiliario logrando así un ambiente matizado, entregando sobriedad y carácter enmarcado en la capacidad que las piezas naturales pueden aportar.
Y para aquellos amantes del mobiliario original, existen una gama increíble de soluciones que imitan totalmente la belleza que las rocas pueden entregar, y este es el caso de está delicada línea de cojines los cuales a simple vista parecieran sólidas rocas.
Por ultimo pero no menos importante, los ambientes exteriores reciben con gran agrado las piedras y su decoración, no escatime en esta posibilidad no requiere disponer de costosas piezas, sino simplemente de aquellas que aporten matices y mantengan el carácter natural de un ambiente que encuentra en la combinación verde su personalidad.