La cama debe ser un elemento confortable, de eso no hay duda, pero tipos de camas hay muchas… Y son muchas las posibilidades, infinitas, al alcance de nuestra mano a la hora de acondicionar y decorar nuestra cama.
Por norma general tendemos a buscar un cabecero al uso para nuestra cama: de madera, de forja, acolchado, con un diseño que se adapte o ajuste al estilo que buscamos, etc.
Si tú aún no tienes un cabecero y no puedes permitirte invertir una gran cantidad de dinero en ello, hoy te proponemos una idea sencilla, económica y que ofrece muy buenos resultados tanto a nivel decorativo como en lo que a comodidad se refiere.
Como puedes ver en la imagen superior, unos simple cojines se pueden convertir en el cabecero perfecto para tu cama.
Si no tienes cabecero, sólo tienes que incluir en tu cama uno o dos grandes cojines de forma totalmente vertical apoyado a la pared.
El resultado, a la vista está, esos dos sencillos cojines hacen de perfecto sustituto de cualquier cabecero.
La idea es válida y perfectamente aplicable a cualquier tipo de cama, desde un dormitorio infantil hasta la cama de cualquier otro dormitorio, el secreto está simplemente en la imagen de los cojines. Sólo hay que elegir grandes cojines que decorados de manera que encajen a la perfección con el resto de la decoración.
Es una solución sencilla, económica y que permite crear un atractivo con un encanto muy especial, no sólo en la cama, sino en el dormitorio en general.
¿Aún no tienes un cabecero en tu cama?, ¿a qué esperas? Busca unos cojines adecuados y fórralos con unos textiles también adecuados y tu cama cambiará de forma radical.