Os voy a contar un secreto. Cuando era estudiante vivía en un piso con otras dos compañeras y las tres habitábamos en un lugar que no era precisamente nuevo, ni la estructura ni los muebles. Bien, pues un día, mientras veíamos un partido de la selección española, nos dio por saltar sobre el sofá cuando Raúl marcó gol. Evidentemente el sofá no aguantó muy bien el peso y las dos patas de uno de los laterales se desprendieron. Por lo tanto nos quedamos con un sofá que parecía más una hamaca de piscina, volcado hacia un lado. Hasta que vinieron a arreglarlo tuvimos que poner una patas de repuesto y éstas no fueron otras que las guías telefónicas, unas cuantas de unos cuantos años.
¿Por qué os cuento esto?? Os preguntaréis. Pues porque hay más gente que utiliza las guías telefónicas para la decoración, aunque en estos casos es una opción, no una necesidad.
Las agendas telefónicas también pueden servir como «patas» o soporte para una mesilla de café. Lo que debemos hacer es unir unas cuantas guías y pegarlas de forma que formen un círculo. Cuando tengamos la estructura hecha y sujeta, sólo tenemos que poner un cristal sobre ella, ni muy grande ni muy pesado de lo contrario no nos aguantará.
El resultado es muy curioso y original. Seguro que impactará a tus visitas.
Vía: Inhabitat