Le he pedido a mi madre que me deje hurgar en sus pertenencias y pedirle de regalo de navidad lo que me apetezca de lo que encuentre. Suena un poco consentido, y lo es, pero es que cada vez estoy más convencida de que entre los muebles viejos de la casas de padres, tíos y abuelos, se encuentran fabulosos tesoros del diseño. Recuerdo perfectamente los muchos y variados complementos que pasaron por las habitaciones de mi casa paterna: sillas Luis XV, electrodomésticos de los setentas, barras tipo DALLAS o DYNASTY, bancos franciscanos. Todos los estilos esperando por mi y mi deseo de restauración.
De hecho, ya tengo vistos varios muebles que podría, sin ningún remordimiento, sacar de casa de mi madre y ponerlos en la mía. Algún espejo que tiene llevo de polvo, vajillas, manteles, sillas, cómodas.
Lo que seguro me voy a quedar es una cómoda que ella a su vez heredó de su abuela. Es una pieza bellísima llamada CREDENZA/BUFFET fabricada por CALVIN OF CALIFORNIA y diseñada por PAUL MCCOBB para la colección de muebles IRWIN COLLECTION. Construída en nogal y con acabados en mármol, tiene tres puertas plegables y 8 cajones. Mide 71.25 pulgadas de ancho, por 19 de profundo y 34.25 de altura. Mayor información en la página Web www.metroretrofurniture.com