Según el estudio Víctimas de incendios en España, el 60% de los fallecidos en 2021 se produjeron durante los meses de diciembre y marzo, coincidiendo con el descenso de las temperaturas y un uso incorrecto de los sistemas alternativos de calefacción.
Para reducir este riesgo lo máximo posible, es muy importante tomar ciertas medidas de seguridad. Para que esto sea más sencillo, desde Iberext han publicado una sencilla guía para poder prevenir estos riesgos a los usuarios en entornos rurales como pueblos o casas de campo.
El peligro ‘escondido’ entre las brasas de la chimenea
Las cenizas de las chimeneas son muy engañosas, ya que pueden permanecer encendidas durante horas, días o incluso reactivarse con el aire. Por ello, es fundamental esperar hasta no ver ningún resto de calor para retirarlas, ya que su caída podría provocar un incendio si entra en contacto con algún elemento de la casa. A su vez, se debe dejar entreabierta una de las ventanas de la estancia, ya que la acumulación de humo es la causa principal de intoxicación, y lo más importante: nunca hay que dejar la chimenea encendida sin vigilancia.
Tener siempre a mano un extintor
Este conocido elemento resulta fundamental, no solo para frenar el fuego que se pueda originar, sino también para resolver rápidamente pequeños incidentes que puedan surgir al hacer barbacoas o chimeneas, en los que alguna llama pueda salir despedida. Este tipo de alojamientos suele contar con estos elementos. Es importante tenerlos localizados.
Realiza mantenimientos periódicos de los elementos de protección contra incendios
Estas viviendas reciben visitas estacionales o esporádicas, por lo que los elementos pueden estar obstruidos o en mal estado. En el caso de las estufas de gas, es recomendable no limpiarlas con productos inflamables, mientras que, en las estufas de pellets, lo más importante es limpiar el cristal con productos desengrasantes para poder ver en todo momento que funciona correctamente.
Lleva contigo un detector autónomo de humo
Aunque no es un elemento habitual en la maleta de viaje, este es un dispositivo de pequeño tamaño muy asequible y fácilmente transportable. Además, se puede ubicar en cualquier estancia de la casa. Recomendamos situarlo en el lugar donde se encuentre la chimenea o el principal productor de calor, ya sea una estufa de gas o un calefactor. Contar con este elemento es clave para poder anticiparnos al peligro.
Garantizar un sueño tranquilo a través de los detectores de humo
Aunque en España aún no es obligatorio instalar detectores de humo en los domicilios,el informe de MAPFRE asegura que 1 de cada 5 incendios se producen dentro del horario nocturno. Es decir, actualmente el único modo realmente eficiente de alerta en caso de incendio es el ruido que genera la sirena de un detector de humos.