Si tienes un sofá o un sillón de cuero, tienes un tesoro en casa. Y es que este tipo de piezas derrochan belleza y elegancia, sea cual sea su estilo. Hoy te dejamos cinco trucos que te vendrán muy bien para mantener tus muebles de cuero como nuevos por mucho tiempo que pase.

El cuero es un material noble y resistente, que puede durar muchísimo tiempo sin perder ni una pizca de su belleza natural. Eso sí, es importante cuidarlo bien. Con las recomendaciones que te contamos a continuación conseguirás tener tus muebles de cuero como nuevos.
Solo necesitan unos cuidados mínimos para mantenerse en perfectas condiciones. Una de las cualidades del cuero es la magnífica forma en la que envejece. Pasa el tiempo y estas piezas son cada día más bonitas. Toma nota y, a partir de ahora, no olvides darle a tu sofá de cuero el cariño y los mimos que necesita.
Declárale la guerra al polvo y luce unos muebles de cuero como nuevos

Como en todos y cada uno de los objetos y muebles que tienes en tu casa, el polvo se deposita en los sofás y sillones de cuero. Para limpiarlos, lo primero que debes hacer es eliminar el polvo, una tarea que tendrás que repetir de forma frecuente, si no quieres sentarte en un sofá sucio.
Cuando vayas a quitar el polvo de su sofá o sillón de cuero, elige cuidadosamente el utensilio con el que vas a hacerlo. Olvídate de cepillos abrasivos o bayetas ásperas. Utiliza solamente un paño limpio y seco, y procura que sea muy suave. Los paños de microfibra o algodón serán perfectos para la misión que te ocupa.
En el caso de que tu sofá tenga manchas difíciles puedes frotar suavemente con el paño ligeramente humedecido, nunca mojado.
Batalla contra el polvo: segunda parte

Ya sabes que el polvo perjudica a tu sofá. Ese que te has comprado con tanto esfuerzo y por el que estás dispuesto a luchar hasta el final. Pues bien, para eliminar el polvo de la faz de tu sofá, nada como utilizar el aspirador cada cierto tiempo.
Acopla el accesorio de cepillo suave a la boquilla de tu aspirador y ponlo a funcionar. Dedícate a aspirar cada centímetro cuadrado como si no hubiera un mañana, y no dejes mota limpia.
No te olvides de aspirar las rendijas y los pliegues del sofá. En esos puntos es donde más polvo se acumula. Y si tienes un mueble de estilo chester, insiste en los botones del tapizado.
Utiliza productos específicos para cuero

En la lucha contra las manchas de tu sofá de cuero, no puedes caer en la tentación de utilizar un producto común. Es cierto que el jabón neutro va bien para casi cualquier material. Sin embargo, para eliminar las manchas del cuero es mejor comprar un limpiador específico. Es la mejor forma de limpiar la suciedad y la grasa que haya podido absorber sin estropearlo.
Ten en cuenta que lo mejor para evitar que una mancha se quede de forma permanente en tu sofá, silla o sillón, es limpiarla cuanto antes. Así que si derramas un vaso de agua, sécalo enseguida con papel de cocina o con un trapo absorbente. Y si lo que se te ha caído es otro tipo de líquido, frota con un poco de detergente especial. Así tendrás los muebles de cuero como nuevos.
Nutre y protege

Para que tus muebles de piel estén siempre bonitos y bien cuidados, es importante que estén nutridos. Seguramente habrás leído alguna vez que puedes conseguirlo aplicando un poco de crema hidratante corporal sobre el cuero. En mi opinión es mejor utilizar un producto especial para cuero, ya sea un aceite o una cera adecuada.
¿Vas a arriesgar la belleza de tu sofá utilizando trucos caseros? En cualquier caso, si estás decidida a probar la receta de la leche hidratante, hazlo primero en un lugar poco visible para cerciorarte de que no quedan manchas y de que el resultado es el esperado.
Cuando tus muebles estén limpios y relucientes, puedes utilizar un protector para cuero. Eso hará que sofás y sillones se ensucien menos y estén en perfecto estado mucho más tiempo.
Búscale el mejor sitio

No lo puedes disimular. Tu sofá de cuero es la niña de tus ojos y quieres que esté en el sitio de honor de tu salón. Pues bien, es muy importante que elijas para él una buena ubicación, pero no solo para que se convierta en el centro de todas las miradas, sino también para que esté protegido.
No se te ocurra ponerlo debajo del chorro del aire acondicionado, si no quieres que el cuero se reseque. Ni tampoco demasiado cerca de un radiador o de la chimenea. Y aunque te guste que esté junto a la ventana, procura que no le de la luz del sol de forma directa. Eso no le vendría nada bien.
Puede parecer latoso, pero si sigues estas recomendaciones y pones en práctica los cinco consejos que te hemos dado en este artículo, tendrás los muebles de cuero como nuevos durante mucho, mucho tiempo. O, incluso, más bonitos que el primer día.