Buenos días amigos! Hoy hablaremos sobre cómo hacer jabón casero en nuestro hogar, de esta manera podremos dar ese punto exquisito dentro de baños y dormitorios.
Si te encantan los detalles en la decoración, seguramente te encantará realizar estos pequeños jaboncitos con formas, de diferentes colores y además con exquisito aroma para tus invitados y para toda la familia.
Fabricar nuestros propios jabones no es tan complicado como puede parecer, la fabricación de jabón casero antiguamente se hacia mucho.. y estos eran los mejores jabones, los que te dejaban la ropa más blanca, más limpia, los que te dejaban la piel y el cabello suave… por ello hoy, recordando antaño nos vamos a decantar por realizar unos estupendos jabones artesanales.
Lo primero que vamos a hacer es tomar seguridad, pues algunos de los materiales que vamos a utilizar pueden ser dañinos para la salud y por ello deberemos tener cuidado de no ingerirlos, que salpiquen nuestros ojos o dañen las manos.
Hazte con unos guantes, una mascarilla y unas gafas de protección.. con esto bastará.. eso sí, también deberemos trabajar en un lugar ventilado.
Hoy nos vamos a centrar en la receta básica, pero recuerda que hay muchas más y podemos añadir esencia al propio jabón para que aromatice nuestro hogar.
Hoy solo vamos a utilizar el sistema calor, para la fabricación de jabón. Este sistema es el más sencillo, más que el frío.
Para comenzar necesitaremos un litro y medio de agua, un litro y medio de aceite que podemos reciclar de algunos usados que tengamos… no importa las mezclas. Además hemos de tener 250 gr de sosa caústica, sal, aceites esenciales si quieres que tenga olor y un recipiente no metálico.
Para hacer formas utiliza moldes de plástico con las que más te gusten! Para acabar un cucharón de madera o parecido.. también vale un palo largo.
Ahora bien, toma el recipiente y mezcla el agua y la sosa, los vapores son tóxicos de aquí la seguridad.. después añade sal y deja reposar. Todo esto genera calor, una vez enfriado en un par de horas podemos seguir.
Ahora añade aceite y remueve constantemente, siempre en la misma dirección. Ahora pon la mezcla al calor y la llevamos a ebullición. Sigue removiendo y ve bajando la temperatura, luego añade los aceites esenciales. Cuando la mezcla espese, la traspasamos a los moldes y dejamos hasta que se endurezcan.