La sencillez, un buen objetivo
Para conseguir que un bautizo sea un fecha especial, inolvidable y llena de emoción, no se necesita un gran presupuesto. Ni tampoco grandes parafernalias ni una fiesta por todo lo alto con una lista de invitados interminable. Párate a pensar: ¿no te apetece mucho más que vengan solamente aquellos que de verdad te importan? Y… ¿no es mejor que la fiesta sea sencilla y llena de emoción, de sentimientos? Pues para conseguirlo, lo mejor es pensar en un bautizo entrañable. Sencillo, pero lleno de pequeños detalles que te gusten a ti y a los invitados.
Una buena idea es celebrar la fiesta en casa. Lo tendrás todo más controlado y además te ahorrarás un buen dinero (verás como a partir de ahora cualquier ahorro te viene de perlas). Eso sí, necesitarás tiempo para organizarlo todo.
Comienza por fijar la fecha y elegir a los padrinos. Una vez tengas claro qué día será el evento, puedes empezar a elegir las invitaciones de bautizo. Yo apostaría por un diseño moderno y especial, discreto, que se salga un poco de lo común y que no caigan en el tópico de rosa para las niñas y azul para los niños. Como la propuesta de la imagen. Pero, claro está, en esto mandan los gustos de cada uno.
Y si te sientes inspirada y creativa, también puedes hacer tú misma las invitaciones. Seguro que navegando un poco por internet encuentras un montón de ideas DIY bonitas y fáciles de hacer.
