Muy cierto es el dicho que reza: “la comida entra por los ojos ”. Comer es uno de los placeres de la vida, y si el plato además de exquisito está bien presentado, mucho mejor.
Decorar alimentos requiere tener sentido de la estética, cierta habilidad y quizá lo más importante amor por lo que se está haciendo.
Quienes amamos cocinar, crear o recrear platos; ponemos toda nuestra buena vibra y cariño por la comida que estamos haciendo, y no hay nada más placentero para un cocinero, profesional o aficionado, que los comensales elogien en primera instancia la presentación de la comida y luego queden extasiados por los sabores de la misma.
Decorar la comida y decorar con comida son dos vertientes del hecho creativo en la cocina. La creatividad aflora con los alimentos que más nos gustan y con un poco de paciencia, habilidad y la ayuda de algunas herramientas diseñadas para tal fin, hay personas que hacen verdaderas obras de arte utilizando frutas y verduras.
Pero también podemos llevar algo de la cocina a la decoración de los demás espacios, como la sala y el comedor. Por ejemplo podemos llenar un bol de cristal con limones o manzanas verdes, y combinarlos con cuentas de vidrio o velas. También podemos usar rodajas de naranjas deshidratadas y velas con aroma a canela, para hacer un arreglo.
Y en las fechas decembrinas los arreglos en el comedor con nueces y velas son un clásico que no debe faltar.
Colaboración: Diseñandoando