Muchos son los espacios en nuestra casa que se han visto revolucionado por las nuevas tendencias estilos y formas, pero sin lugar a la menor duda uno de los mas cambios ha sufrido son las camas.
Desde su concepción más clásica hablamos de las denominadas camas con dosel, que supieron adornar y decorar los espacios estilo victoriano hasta las más excéntricas piezas de vanguardia de nuestros días, las camas son víctimas de la revolución de consumo.
Pero no sólo el consumo marca su lugar en esta tendencia, sino también la funcionalidad de los espacios, encontramos camas realmente sorprendentes que son capaces de mimetizarse con el resto de la habitación de forma increíble.
Algunas representan su funcionalidad de forma tan sorprendente que son capaces de pertenecer a otra categoría de mobiliario durante el día, como sillones o sofás, mientras que por la noche se pueden convertir en cómodas camas de dos plazas o incluso tarimas.
Por otra parte la invención y desarrollo de materiales por parte de la industria química y textil a propiciado formas totalmente transgresoras más bien concedidas únicamente películas de carácter futurista
Un ejemplo claro de esta tendencia a la cual hacemos referencia es esta hermosa cama confeccionada en materiales livianos y aleaciones plásticas correspondientes a polímeros de alta resistencia los cuales imitan a la perfección el mármol.
Por otro lado también tenemos modelos un tanto excéntricos con un o temática particular, ideales para la habitación de nuestros niños o para una decoración particular cómo es el caso de los hoteles de lujo
Esta transformación de las camas en nuestro hogar y su concepción en el espacio dentro de la decoración de interiores, se debe a varios motivos entre ellos la reducción del espacio vitales en los cuales debemos desarrollarnos actualmente
Las camas tienden adaptarse a los espacios reducidos que el cliente solicita y suman la ventaja de ser piezas de mobiliario polifuncional las cuales no sólo podrán esconderse dentro de la habitación sino que pueden transformarse incluso hasta en escritorios.
