Está muy bien esmerarse por tener una apariencia agradable. No solo porque es necesario representar de la mejor manera nuestra posición laboral y cumplir con el protocolo que exigen nuestras responsabilidades, no solo porque refuerza nuestro amor propio y de alguna manera da orden a nuestra vida, no solo porque mejora nuestras capacidades de interacción social. Es importante esmerarse por tener una apariencia agradable porque después de controlar al máximo la cuestión es posible entender que no es fundamental, no es necesario ser bello o pretender serlo.
La diseñadora LISA WIDEM ha dotado a un realmente útil y necesario objeto con mensaje. La pieza, que es básicamente un espejo de excelente calidad y tamaño, tiene un marco hecho con monturas antiguas de anteojos, de las que se usan para ver bien. La reflexión sobre la imagen es propia pero puede ser algo como que a pesar de lo que vemos en frente cuando nos reflejamos en el espejo, debemos entender que muchas otras miradas nos observan de diferentes maneras y que no somos ni lo que nosotros mismo vemos y menos aún lo que los otros piensan.
Es un llamado a revisarse interiormente y a restar menos atención a la superficie. Es un bello objeto que presta un uso y nos anima a hacerlo cada vez mejor.
Mayor información en la página Web www.lisawiden.se