Hay casos en los que el espacio, o más bien la falta de él puede resultar un auténtico incordio, pero para eso está el concepto de “muebles escamoteables”.
Los muebles escamoteables son los que se pueden esconder cuando no están siendo usados. Su máxima expresión ( y un día de estos haré un post sobre ello porque hay cosas increíbles) está en los interiores de roulottes y caravanas, y su máximo lujo en interiores de aviones y jets privados.
Pero sin ir tan lejos, podemos conseguir ganar espacio en casa simplemente escondiendo un par de cosillas que no usamos más que en momentos concretos del día, por ejemplo la cama.
Si queremos dormir cómodos, nos gustará tener una cama amplia, y si el espacio es escaso, la cama puede resultar un absoluto incordio, así que he buscado distintas soluciones para poder esconder una cama en estudios o pequeños apartamentos.
La primera de ellas es una propuesta para camuflar una cama en un espacio destinado a estudio. Está escondida en un armario de una sóla puerta, totalmente integrada con el resto del espacio. El sistema de apertura de la cama es muy práctico y sencillo. Y lo mismo ocurre para guardarla, se consigue mediante dos pequeños hidráulicos, como los que se utilizan para la apertura de un canapé arcón, nos ayudan a elevarla y volverla a guardar dentro del armario.
Un sistema más clásico, pero que no por ello deja de ser útil, es el de la cama abatible, que también se ha modernizado en todos los aspectos, tanto en el visual como en de los sistemas de apertura y cierre, en el caso de habitaciones infantiles o de invitados, se puede hasta abatir literas.
Pero lo ultimísimo de las soluciones es la bed up, camas que se camuflan en los techos y se bajan a la hora de utilizarlas, los pioneros han sido los franceses Dècadrage y aportan soluciones muy estéticas, prácticas y funcionales.