Mientras las casas grandes y soleadas llenan blogs y revistas, si levantamos la vista nos encontramos con pocos metros cuadrados y muchos electrodomésticos en ellos. Nuestras cocinas a falta de espacio necesitan imaginación e ideas, pero sobretodo inspiración.
Esto es lo que me ha despertado la casa de Nusara, una chica que se mudó de apartamento por motivos personales a otro más pequeño, y ha intentado remodelar su nuevo y pequeño piso para hacerlo tan acogedor cómo el anterior.
Las dimensiones de su casa son reducidas y mal repartidas, por lo que tiene mucho espacio en el salón, pero el resto de habitaciones son más pequeñas.
Tal y como muestra en las fotografías, su cocina es alargada y pequeña, con mobiliario a ambos lados y sin ninguna ventana con luz natural. Esto no ayuda nada a evitar la sensación de claustrofobia y, al depender de luz artificial todo el día, se ha de esforzar en los detalles para conseguir una cocina más acogedora. Por eso creo que la unión del suelo de parquet con el papel pintado de la pared, le da un aire alegre y animado, que es justo lo que necesita. Así contrasta con el gris mate de los armarios y el blanco de los electrodomésticos.
Con tan poco espacio ha tenido que colocar parte de la cocina en el exterior del piso, y lo ha sabido colocar en un lugar discreto pero con encanto. Así nos encontramos una mesa auxiliar con la cafetera, algunas bebidas y otros elementos necesarios a la hora del vermú o del café. Con un orden correcto y colocando algo más de decoración como plantas o libros, le ha sabido dar un toque informal pero original.
Si no ya espacio para una cafetera tampoco lo hay para una mesa con sillas, por eso las ha ubicado en el salón, junto a una recurrente pared de pizarra. El tono negro de esta se mezcla con el de la mesa, por eso es muy buena opción pintar las sillas en rojo para que destaquen y ganen algo de protagonismo.
Pequeños cambios que con los elementos adecuados y algo de búsqueda, siempre encontramos una forma original en la que colocar todo lo necesario.
