El sofá Chester siempre me ha parecido un sofá atemporal aunque lo cataloguen de vintage. Este sofá es elegante, sofisticado, clásico y queda estupendo en cualquier estancia (o al menos para mí que me encanta creo que en cualquier rincón quedará estupendamente para la decoración), como un dormitorio amplio o un bonito salón.
Pero el sofá Chester realmente es una pieza que se va renovando sola con cada nueva temporada, con cada tendencia que sale con él como protagonista y así ha ido sobreviviendo hasta hoy. Es un sofá que se caracteriza por ser acolchado dando un toque acogedor y siendo un mueble muy cómodo.
¿No conoces aún este estupendo sofá? Pues no puedes esperar más a saber de qué estoy hablando así que no dudes ni un minuto a seguir leyendo.
El sofá Chester apareció por primera vez en el siglo XIX así que es muy probable que tus antepasados más cercanos también lo disfrutaran y pudieran contemplar su belleza en antiguos salones, por lo que este sofá mezcla con gran elegancia lo clásico con lo vintage ¡toda una pieza de coleccionista a nuestro alcance!
Este sofá se caracteriza por sus brazos y su respaldo bajo y sobre todo por tener un acolchado, estupendo y muy estético capitoné.
Los especialistas indican que el más auténtico será negro y en marrón, un Chesterfield totalmente masculino, pero personalmente los prefiero de materiales más livianos y sobre todo, de colores más vivos, puesto que un Sofá Chester lo podrás encontrar del color que quieras, ¡incluso con PatchWork! Y es que este sofá permite decorar con gran personalidad y quizá es esto lo que hace que me guste tantísimo.
Además gracias a su gran estilo es muy versátil por lo que podrás mezclar diferentes estilos en tu salón sin que quede mal en absoluto ¡todo lo contrario!
¿Qué te parece? ¿Te animas a poner un Sofá Chester atemporal en tu vida?