Las primeras veces que vía mi hermano menor sentado en frente del ordenador, buscando información a mi parecer inocua y pasando horas enteras enfrente de la pantalla pensé que se encontraba en un grave estado de depresión debido a que su vida social era un fracaso, al contrario de la mía que era intensa y poco relacionada con la informática. Eso a principios de los años noventa y a medida que el tiempo fue pasando yo, escéptica del mundo virtual, me fui involucrando sin querer en el universo de la información digital y ahora, cuando pienso en mi hermano, entiendo el porqué de su obsesión y la importancia que esta tuvo en mi vida.
Ahora sin querer mucho me veo sentada todos los días, sin exceptuar fines de semana, en frente de un ordenador que luce mucho mejor, es más pequeño, desprende menos calor y tiene una pantalla con altísima calidad de definición, mucho más que la de mi hermano. Trabajo en la Web; no sabría que hacer sin el correo electrónico, sin las redes sociales, sin el chat y las videollamadas. Los fines de semana me comunico con mis queridos tan esparcidos alrededor del mundo y afianzo lazos de amistad. Todo esto sentada en mi silla, viendo el ordenata.
Hace poco descubrí en la Web, por variar, una silla perfecta para un internauta profesional como yo. Es la SURF CHAIR®, ganadora del premio “Mejor Producto” de la Colección Internet en la Feria Escandinava de Diseño 2000, Copenhague, Dinamarca. El modelo Surf Chair® desarrolado por la diseñadora KENNETH LYLOVER en colaboración con LEIF SØRENSEN fue elegida ganadora entre otros 20 diseños desarrollados por reconocidos y afamados diseñadores del sector. Se trata de un módulo con forma de círculo en el está adicionada una pantalla y un teclado de ordenador, que funcionan con conexiones inalámbricas y con energía solar. Mayor información en la página Web www.lylover.com