¡Atención amantes de la jardinería! Está claro que prácticamente a todos los que nos apasiona la decoración y rodearnos de cosas bonitas nos gusta trasladar ese toque nuestro a cada rincón de nuestra casa, incluido, claro está, en lo que concierne al terreno de la jardinería. Por desgracia para muchos, carecer de jardín en nuestro dulce hogar resulta algo bastante más habitual de lo que nos gustaría. Pero no todo está perdido, claro que no. ¿Has pensado alguna vez en dar forma a tu propio mini jardín? Pues hoy ha llegado el día, porque pasamos a mostrarte un montón de ideas para animarte a dar forma a tus propios terrarios, ¡esos jardines en miniatura que todos podemos tener!
La falta de espacio deja de ser un problema
Está claro que si algo nos permiten los terrarios es poder disfrutar de ellos en cualquier lugar de casa. Estos pequeños jardines en miniatura resultan una solución ideal para sacar a relucir al jardinero que llevamos dentro a la vez que damos rienda suelta a la imaginación y personalizamos aún más nuestra casa. Y es que si algo tienen de especial y que tanto nos gusta es que no hay dos iguales.
El recipiente
A la hora de ponerte manos a la obra para dar forma a tu particular jardín en miniatura, sólo habrás de tener en cuenta un único factor a la hora de escoger el recipiente en el que vas a materializarlo, y es que tendrá que ser completamente transparente. En lo que a estética se refiere, está claro que la transparencia de éste favorecerá que puedas contemplar todas las capas de distintos materiales que introduzcas en su interior. Pero no es ésta la razón que nos lleva a elegirlo transparente, sino la necesidad de que nuestras plantas reciban la mayor cantidad de luz posible procedente del exterior. Además, como pequeño consejo si eres principiante, te aconsejaría que eligieses un recipiente de boca ancha que te facilite el trabajo al menos la primera vez que te pongas con ello.
Recicla
Aprovecha la situación para sacar a relucir todos esos tiestos, tarros, jarrones o cualquier tipo de recipiente transparente que llevas tiempo guardando sin saber muy bien para qué. Serán aptos cualquier tipo de forma, tamaño y material. Recipientes de plástico, bombillas, botellas, peceras, fuentes, copas, jarrones… cualquier elemento transparente que encuentres por casa será ideal para darle una nueva vida.
Selecciona y coloca bien los elementos
A parte de mostrarse precioso en nuestra casa, también tendremos que asegurarnos de que va a resultar duradero y a lucir lustroso y feliz de algún modo. Y la mejor forma de hacerlo es colocando de forma correcta los elementos que lo conformarán. Muy atento a los siguientes pasos a seguir si quieres tener el éxito de tus jardines en miniatura asegurado.
Piedras: Es la primera capa de tendrás que verter. Las piedrecillas o gravilla actuarán como sistema de drenaje. Al regar el terrario la tierra tomará sólo el agua que precise en ese instante dejando bajar el resto. Al mismo tiempo, las plantas tomarán el resto del agua albergada en la parte inferior cuando la necesiten.
Carbón vegetal: Será el filtro de tu terrario, siendo su función principal la de limpiar y purificar el agua que baja desde las capas de más arriba. Así, el agua que se deposite en el fondo lo hará completamente limpia. En definitiva, el carbón vegetal contribuirá a que tus plantas estén sanas y luzcan lustrosas.
Tierra: Dependiendo del tipo de planta que te apetezca colocar dentro, lo mejor será que consultes en tu invernadero o centro de jardinería de confianza sobre la tierra a emplear dependiendo del caso.
Plantas: Al elegir las plantas pasa lo mismo. Dependiendo de la dedicación, frecuencia de riego y tipo de cuidado de cada una de ellas, lo mejor será que te dejes aconsejar en tu sitio de confianza. Entre ellas coloca musgo si te apetece que la parte superior luzca más homogénea.
La imaginación está servida
A la hora de decorarlo o darle forma a la parte superior el estilo es completamente libre. No hay reglas que cumplir ni elemento que se le puedan resistir a nuestro pequeño jardín. Distintas plantas, piedrecitas de colores, figuritas, cartelitos clavados en la tierra…
Riega y disfrútalo
Una vez terminado y como guinda a tu magnífica y personal creación, échale un chorrito de agua. Ten muy en cuenta siempre que tendrás que echar poca, ya que la idea es que el sistema de tu jardín en miniatura se encargue de esparcirla de forma natural por todo el envase. Para terminar, colócalo en un lugar en el que no le dé el sol directo pero sí que goce de una buena luz natural.
Como ves, disfrutar de jardines en miniatura está al alcance de todos. Sólo es cuestión de un poquito de paciencia, imaginación y de ponerle mucho amor. ¿Te animas a lucir uno en tu casa?