Una cajita de música cuantos recuerdos evoca, tardes de lluvia, un beso, un día en el campo, esos ojos que te gustan… es un elemento decorativo y un regalo intemporal que nos habla de amor, romanticismo, aniversarios, celebraciones. De seres queridos y recuerdos infantiles. La caja de música siempre crea una reacción, los carruseles con su inagotable bailarina que baila, baila y gira sin parar, agitan los recuerdos convirtiéndolos en un coctel de recuerdos que nos envuelven.
Las cajas infantiles, con su princesa y su cuento, con muñecas, con animales que cobran vida, con compartimentos secretos, con hadas. Las cajas de Elmer el elefante, El Principito, todo el pequeño mundo fantástico de nuestros peques toman forma y música cautivándolos.
El nacimiento de la caja de música comienza en 1796, fue en esta época cuando el relojero suizo, Antoine Favre (1767-1828), se le ocurrió integrar este tipo de mecanismo musical en los relojes, naciendo de ahí la caja de música de hoy, de ayer y de siempre.
En Ma- Boite-a-Musique se especializan en la distribución de cajas de música de 18 notas, hasta 144, de los 5 continentes, además de Autómatas musicales, cajas para anillos, joyeros musicales y todo tipo de accesorios, un sitio donde encontrar estas encantadoras joyas artesanas que siguen tan actuales convirtiéndose para muchos en objetos de coleccionista.