¿Siempre andas con prisas? ¿Estás estresado? ¿También cuando llegas a casa? Pon punto final a esta situación que no te beneficia en absoluto. Hoy te contamos las cosas que debes tener en cuenta si quieres vivir en una casa serena.
Septiembre es un mes muy ajetreado. No solo marca para muchos el final de las vacaciones y del verano, y la vuelta a las obligaciones y a la rutina. También nos obliga a meternos de lleno en la vida cotidiana, tal y como la vivimos durante la mayor parte del año. Por eso, necesitas una casa serena.
A la acción de este mes de finales y de comienzos, le hemos de sumar la propia urgencia que hemos incorporado a nuestra vida y de la que nos cuenta olvidarnos. Así ocurre, que siempre vamos corriendo a todas partes, estresados y viviendo en una prisa continua.
Yo me pregunto, ¿para qué? ¿Tan importante es no perder ni un segundo? ¿No sería mejor parar y pensar un momento? En casa sucede lo mismo. Llegamos cansados del trabajo y… ¿Qué nos espera en casa? Si la respuesta es un ambiente hostil, sigue leyendo. Te vamos a dar las claves definitivas para crear una casa serena que se convierta en el refugio que necesitas.
Piensa por qué necesitas una casa serena
Si cuando entras por la puerta de tu casa no te sientes en la gloria… puede que no estés haciendo las cosas bien. Y no hablo solo de decoración. Me refiero a que la casa de cada uno de nosotros ha de ser nuestro refugio particular. Puede ser bonita o fea (depende de quien la califique), más grande, enorme, diminuta, vieja o nueva… ¡da igual! Lo importante es que es el lugar en el que nos encontramos más a gusto. Totalmente a salvo.
Por eso, si a ti no te ocurre eso, es que algo está fallando. Vamos a averiguar qué es lo que no funciona y a cambiarlo. El objetivo es tener una casa serena, que nos reciba con los brazos abiertos y que nos ayude a combatir el estrés diario con el que tenemos que lidiar.
Yo creo que hacer del lugar en que vivimos un espacio tranquilo, sereno, en el que se respire la paz (en la medida de lo posible, seamos realistas), es la mejor forma de combatir el estrés que nos domina en el trabajo y en la vida en general. De no dejarnos vencer por las prisas. Piénsalo, tu salud física y mental te lo agradecerá.
Hoy te contamos algunas claves infalibles para tener una casa serena, al más puro estilo zen.
La hora del cambio
¿Qué es una casa serena y zen? Bueno, no vamos a centrarnos en las claves del estilo de decoración zen, puesto que no es eso lo que pretendemos. Queremos, más bien, poner el acento en los espacios que transmiten tranquilidad. Así debería ser la casa de todos nosotros.
Si tu casa ya no te parece tan bonita como antes, ni te resulta incómoda u hostil, si ya no te hacen gracia los colores chillones con los que pintaste las paredes en su día, si los muebles que tanto te costó encontrar te resultan incómodos, puede que haya llegado el momento de cambiar algunas cosas.
Buscar la armonía
Ese debe ser el único objetivo (o al menos el principal). La armonía, el equilibrio, es lo que define a una casa serena y zen. No necesitas más para que tu vida en casa sea tranquila (en principio). Y para lograr esa armonía has de expulsar de tu casa y de tu vida todo lo extravagante, lo superfluo, lo que sobra.
Rodéate de cosas sencillas y elegantes, poco recargadas y que no estén decoradas en exceso. Cierto es que habrá algunas cosas muy personales que, aunque no sean sencillas, le aportan a tu casa un carácter especial. No prescindas de ellas. Solo debemos expulsar aquello que nos causa estrés y desorden mental (o material).
El orden, imprescindible
Ya sabéis lo mucho que me gusta escribir sobre el orden y las formas de lograrlo y mantenerlo. Y es que creo que es una de las cosas que no pueden faltar si queremos vivir a gusto, en un ambiente relajado y tranquilo.
Y no se trata de ser un maniático del orden, pero sí de darle la importancia que realmente tiene y no pasar por alto cosas que nos crean una distorsión. Por ejemplo, si cuando llegas a casa del trabajo (sobre todo, si has tenido un mal día y llegas cansado) te la encuentras hecha unos zorros, con la cama sin hacer, los cacharros sucios en la pila y todo tirado de cualquier manera… ¡solo te entrarán ganas de salir corriendo!
Una casa así nunca podrá ser tu refugio, ni el de nadie, creo yo. Por eso es mejor invertir un poco de tiempo en pensar formas de mantener el orden y pornerlas en práctica.
Los colores más serenos
La paleta cromática que usemos para decorar nuestra casa tendrá mucho que decir en el resultado final. Por eso, si estás intentando conseguir una casa serena, apuesta por los tonos neutros como blanco y beige. O un gris muy claro que no le reste luz. La gama de los marrones también es muy zen. Simboliza el color de la tierra, y puede dar combinaciones muy serenas.
También es importante que elijas materiales naturales, como la madera, las fibras vegetales, el bambú, etc. Es una manera de reflejar que entre la naturaleza y tu existe buena sintonía. Las plantas también te ayudarán mucho en este sentido. Poner un toque verde con ¡unas cuantas macetas será una gran idea.
Como ves, no es tan difícil cambiar la decoración para crear una casa serena. Será el primer paso para cambiar tu vida.