Usar tu terraza todo el año, ese el reto que te proponemos. He aquí las ideas más prácticas y decorativas para que la disfrutes también en otoño y en invierno.
Los espacios de exterior te pueden ayudar a sobrellevar mejor circunstancias adversas, y con ello contribuyen a tu felicidad. Eso está comprobado. Así que, ¿por qué reducir su uso solo a épocas de calor? Te invitamos a que los saques provecho y disfrutes de tu terraza todo el año, habilitando el espacio de manera adecuada.
Terraza todo el año, también otoño e invierno
En los últimos meses hemos podido comprobar la importancia de disponer de un espacio al aire libre, por pequeño que sea. Ahora que vamos hacia temperaturas más frías, es un buen momento para poner la terraza, el balcón o el patio a punto.
Debes acondicionar dichos espacios para hacerlos cómodos y confortables, también cuando refresca y el cielo está plomizo. Bien es cierto que depende del lugar donde vivas, el uso de la terraza todo el año será más o menos factible. Pero de los 365 días que tiene, quizás puedas rentabilizarla unos 300. O sea, un excelente promedio.
1. Textiles suaves y envolventes
Septiembre y octubre son aún meses ideales en muchos puntos de la geografía española para comer al aire libre, leer con luz natural o dormir una reparadora siesta en tu tumbona preferida en tu terraza. Así que un adecuado equipamiento de muebles harán más cómodas estas actividades tan placenteras.
Sin embargo, si notas que va refrescando, nada como contar también con complementos que evitarán la incomodidad de pasar frío sin necesidad o de agarrar un molesto refriado. En este aspecto, los textiles vienen como anillo al dedo. Y además te ayudan a renovar la decoración de tu espacio de exterior de un plumazo.
Si en verano las telas de cojines y almohadones son frescas y llamativas, ahora debemos seleccionar tejidos con más cuerpo, más envolventes y que aporten un plus de calidez. Para ello es importante saber elegir bien los textiles. Sustituye algodones y linos por lana, chenilla, punto… Y recurre a las maravillosas mantitas de sofá bajo las que abrigarte. ¡Que no te falten!
2. Alfombras: aíslan y decoran
Son un complemento infalible. Si cubres los suelos con alfombras, crearás un espacio más confortable en tu espacio al exterior. Pueden ser de fibras naturales: esparto, sisal (que aíslan tanto en verano como en invierno), de lana, de algodón, o incluso vinílicas. No solo caldearás con ellas los fríos suelos de baldosas (si ese es el caso), sino que también decorarás con estilo.
Coloca al menos un par de ellas superpuestas (así se llevan mucho) y disfruta de poder andar descalzo en tu terraza todo el año.
3. Suelos de madera o de césped artificial
Otra buena decisión es colocar pavimentos de madera o de césped artificial. Si bien es cierto que los de baldosas son muy adecuados para espacios al exterior por su resistencia y facilidad de limpieza, también hay que decir que resultan bastante fríos. Una tarima de madera para exterior es una alternativa perfecta y mucho más cálida. Puedes encontrar modelos en forma de mosaico hechos en acacia, teca… Y también de composite, un material que imita en su aspecto a la madera y necesita menos mantenimiento.
El césped artificial es asimismo un excelente sistema de aislamiento y resulta muy agradable de ver y de pisar. Con este material es como tener un pequeño jardín en tu terraza todo el año. Se coloca fácilmente y se limpia también de forma sencilla, con aspirador o con manguera de agua.
4. Cortavientos, parapetos y celosías
Todos estos elementos tienen la doble función de proteger del frío y de las miradas indiscretas (a veces, la función es triple, en el caso de las celosías para plantas). Nada como instalar parapetos de cristal en la barandilla, o celosías muy tupidas, para que hagan las veces de cortavientos. Además de resultar de lo más estéticos, verás que funcionan de maravilla, mucho más de lo que puedas imaginar…
5. Echa mano de un sistema de calefacción
Sí, también puedes disfrutar del exterior y comer y cenar al aire libre sin necesidad de estar tiritando esos días en los que hace más frío. Estarás cómodo y calentito con la ayuda de una estufa, un recurso muy efectivo y práctico para poder usar la terraza todo el año.
¿Cómo elegirla? Hay muchas alternativas. Todo depende del espacio que quieras calentar, así como del combustible que utilice el modelo que elijas: tienes estufas de exterior de gas, de leña o pellets, radiadores halógenos, calefactores, etc. Gracias a ellos tu terraza tendrá tanto aprovechamiento en noviembre como en junio.
5. Añade calidez con las velas
Crean una atmósfera íntima, y cuando comienza a refrescar, aportan ese ambiente acogedor y confortable. Distribuye velas en diferentes sitios: encima de la mesa, entre las macetas, en una estantería… enrollate en una manta suave en tu butaca favorita y colócala junto a la estufa dejándote envolver por ese halo mágico y ultracálido. Nada más fácil para incorporar el hygge a tu vida… Tu refugio será tu terraza todo el año.
