El vidrio puede ser considerado como material de construcción o de uso arquitectónico pero también podemos recurrir a él como parte de nuestro estilo decorativo. En general, su uso más común es al ser conjugado con líneas modernas, pero veamos las opciones con las que contamos.
En el mercado podemos encontrar placas traslucidas de vidrio tallado que pueden ponerse en la ventana, para ganar intimidad, sin cortinas ni persianas, y que además funcionan como adorno. Vienen en variedad de colores y formas.
Por qué no una doble pared, con marco de metal, hecha con vidrios de colores trabajados. Se monta con una iluminación especial que da un efecto muy escenográfico. También puede armarse una pared móvil con estas características, a modo de biombo, y usarse como divisor.
Por otra parte, los mosaicos de cristal se pueden aplicar en cualquier tipo de paredes, por ejemplo haciendo guardas, estampados o algún dibujo particular a modo de mural. Este tipo de trabajos es más común en los baños pero pero puede utilizarse en otros ambientes.
En un baño puedes aplicar vidrio de distintas maneras, como semi división, en la ducha, con ladrillos de vidrio de colores o formando una guarda.