El color es una de las más potentes herramientas que tenemos para crear ambiente. Es capaz de cambiar la esencia de un espacio, según cómo se utilice. Hoy vamos a hablar de uno de los efectos más decorativos con los que podemos decorar la casa: el degradado de color.
El degradado de color, también conocido como efecto ombré, es una técnica pictórica y decorativa con la que puedes conseguir resultados sorprendentes. Consiste en aplicar sobre una superficie diferentes intensidades de un mismo color de forma gradual. Puede ser del tono más claro del color al más oscuro, o al revés. El resultado, en cualquier caso, es espectacular.
Una casa renovada con degradado de color
A veces el degradado de color se estructura en diferentes franjas perfectamente delimitadas entre sí. Aunque, personalmente, me gusta más cuando las zonas de separación entre las diferentes tonalidades no se notan, y el paso de una a otra se hace de forma difuminada.
Una de las ventajas del degradado de color o efecto ombré es su versatilidad y su capacidad de adaptarse a distintos objetos y superficies. De esta forma puedes usarlo para pintar las paredes de una habitación, para los textiles o para decorar los muebles.
Belleza y magia en las paredes
Hay miles de formas diferentes de decorar las paredes con pintura. Desde elegir colores diferentes que las vistan por sí mismos, hasta pintar zigzags de estilo Chevron. Pero entre las que me parecen más interesantes está la de aplicar el degradado de color sobre ellas. Además, es tan fácil que podrás hacerlo tú mismo.
La primera tarea, y una de las más importantes, es elegir el color con acierto. De esta decisión dependerá buena parte del éxito de esta aventura pictórica. Si eliges un tono muy oscuro, puede que la luminosidad de la estancia se vea mermada. Y si el color es muy intenso, quizás quede demasiado chillón y escandaloso.
Por eso, mi recomendación es optar por colores claros que, aunque suban de intensidad, no reduzcan la sensación de amplitud de la habitación. Los colores pastel son una buena alternativa, y además son tendencia en la actualidad.
Cómo pintar la pared con efecto ombré
Después de elegir el color del que vas a pintar la pared o paredes, hazte con las diferentes intensidades que vas a utilizar, desde el tono más claro hasta el más oscuro. Utiliza el metro para medir y trazar unas líneas en la pared que te ayuden a separar las franjas.
Comienza a pintar la franja más clara, ya esté arriba o abajo, pinta también la siguiente y antes de que se seque la pintura difumina la línea de separación con ayuda de una esponja. No utilices pintura de secado rápido, no te interesa que se seque demasiado pronto pues no podrás difuminar bien la línea divisoria. Repite el proceso con todas las intensidades de color.
Una particularidad del efecto ombré o degradado de color es que puedes hacerlo en horizontal, en vertical o en diagonal, según tu propio gusto. Incluso puedes hacer el degradado con franjas en zigzag. Todo vale.
Textiles con efecto degradado para animar tu salón
Aunque el resultado más espectacular del degradado de color se logra pintando las paredes con esta técnica, puede que esta opción te resulte demasiado potente y que prefieras un toque más discreto para tu casa.
Pero si no te atreves a pintar las paredes, puedes vestir tu casa con textiles decorados con efecto ombré. Le darás un toque muy original. Puedes cambiar los cojines, o elegir alfombras o cortinas decoradas al estilo ombré. Eso sí, no apuestes por todos estos elementos a la vez.
Una idea genial para decorar tus muebles
La técnica de degradado de color no se limita solo a las paredes o a los textiles. También se utiliza para pintar muebles y, en muchos casos, darles otro aire a piezas anticuadas.
El degradado es genial para renovar, por ejemplo, una cómoda. Se trata de pintar cada cajón de una intensidad diferente del mismo color. Si tiene muchos cajones la gama y los matices serán más amplios. Si tiene pocos, el degradado de un tono a otro será más marcado. Pero en ambos casos te encantará el resultado.
También en tus sillas
También es buena idea pintar sillas o butacas de madera siguiendo el procedimiento de degradado de color. Los muebles renovados mediante esta técnica quedan resultones y muy originales. Atrévete a elegir colores vivos y alegres, en especial si vas a pintar muebles auxiliares, sillas o piezas pequeñas.
Como ves en las imágenes, el color es una fuente inagotable de inspiración y de recursos a la hora de decorar cualquier habitación de la casa. No lo dudes más, empuña brocha y rodillo y dale alas a tu creatividad. Te llevará mucho más lejos de lo que piensas.