En el cuarto de los niños
Las habitaciones infantiles son los espacios de la casa en los que la pintura de pizarra brilla con luz propia. Hay mil ideas que puedes poner en práctica. Puedes pintar toda una pared o solamente un zócalo. O crear una pizarra original con la forma que tú quieras (solo necesitas delimitar la zona a pintar con cinta de carrocero, coger el rodillo y ponerte manos a la obra).
También puedes pintar con ella el tablero de su mesa o escritorio y podrán decorarla con una simple tiza y su imaginación. Y lo bueno es que se limpia en un periquete sin dejar ni rastro. Por cierto, existen tizas especiales antipolvo que, además de no soltar apenas residuos, resultan totalmente inocuas para los más pequeños, ya que no son tóxicas.
Aunque los colores más demandados para pintura de pizarra son el negro y el verde oscuro, los tonos de las pizarras tradicionales, hoy existen pinturas de pizarra en una gran gama cromática, para que puedas desarrollar tu imaginación a la hora de decorar. Hay pintura de pizarra en rosa, azul, verde lima, gris grafito, etc.
A mí personalmente el color que más me gusta es el negro, por los contrastes que pueden crearse. Si utilizas tiza blanca todo lo que escribas se verá de maravilla, algo más complicado si empleas un color claro para pintar la pizarra ya que los trazos de las tizas crean un contraste más suave.