La suciedad corporal y los residuos de jabón, así como el moho, pueden acumularse fácilmente en las ducha. Por eso es importante tener una rutina regular de limpieza en la ducha. Sigue estos pasos para saber cómo limpia si la tienes de azulejos de cerámica, aprende consejos sobre cómo abordar las manchas difíciles de la ducha.
Con qué frecuencia limpiar su ducha
La limpieza regular ayuda a prevenir el crecimiento de moho y hongos insalubres o restos de jabón antiestéticos. La ducha debe limpiarse a fondo cada semana. Sin embargo, si realizas 60 segundos de mantenimiento cada vez que usas la ducha, es posible que puedas extender la limpieza más extensa a dos semanas. Las cortinas de baño deben lavarse al menos cada temporada o con mayor frecuencia según sea necesario.
Si te gusta la idea del mantenimiento diario, usa una escobilla de goma o una toalla de baño después de cada ducha para limpiar las paredes de la ducha y las puertas. Cuelga cualquier herramienta de ducha (como cepillos o poofs) para que se sequen por completo y limpia el desagüe del exceso de cabello. Esta rutina rápida mantendrá las mamparas de ducha de cerámica, fibra de vidrio y piedra con el mejor aspecto y hará que tus limpiezas semanales sean mucho más fáciles.
Cómo limpiar duchas con azulejos de cerámica
El mayor desafío con la limpieza de las duchas con azulejos es la lechada, especialmente si se ha dejado sin sellar. La naturaleza porosa de la lechada la convierte en el medio de crecimiento perfecto para las esporas de moho, por lo que es importante continuar con la limpieza para mantener su salud general.
Vacía la ducha
La ducha será mucho más fácil de limpiar si quitas todas las botellas de champú, jabón, maquinillas de afeitar, poofs y juguetes. Combina productos y recicla las botellas vacías. Limpia cada artículo con un paño humedecido en agua caliente para eliminar cualquier suciedad pegajosa o moho. Retira el pelo del desagüe.
Ventila la habitación y limpia las paredes
Para ayudar a ventilar los vapores de los artículos de limpieza (y ayudar a que la ducha se seque rápidamente), enciende el ventilador del baño y abre la puerta del baño, así como las ventanas. Usa una cubeta o un cabezal de ducha manual con un cabezal de enjuague a presión para humedecer las paredes de la ducha.
Elimina el moho
Si notas moho en la lechada, arréglalo antes de pasar a la suciedad habitual. Mezcla una solución de 1 parte de cloro y 2 partes de agua. Mientras, usa guantes de goma, aplica la solución a la lechada mohosa con una esponja. Deja reposar durante al menos 10 minutos y luego frota la lechada con un cepillo de cerdas suaves o un cepillo de dientes viejo. Enjuaga bien el área con agua caliente antes de pasar al siguiente paso.
Aplica el limpiador y espera
Rocía el limpiador en las paredes y el piso de la ducha, y aléjate durante al menos 5 a 10 minutos. Ya sea que estés usando un limpiador comercial o una solución casera, la clave para una limpieza más fácil es darle tiempo al producto para que haga su trabajo. El limpiador comenzará a separar la suciedad de jabón y la suciedad y disminuirá la necesidad de fregar.
Enjuaga
Usando una esponja o un estropajo de malla plástica, limpia cada sección de las paredes y el suelo. Nunca uses un estropajo de metal o un cepillo de cerdas duras porque pueden rayar el azulejo de cerámica. Enjuaga las paredes con agua limpia comenzando desde arriba y bajando.
Escobilla de goma seco
Usa una escobilla de goma o toallas viejas para eliminar el agua de todas las superficies. Omitir este paso resultará en manchas de agua.