Domótica en el hogar: seguridad, ahorro y sostenibilidad en casa

Domótica en el hogar: seguridad, ahorro y sostenibilidad en casa

Las películas futuristas en las que el protagonista podía encender la luz con una palmada o hablando, abrir la puerta de su casa con reconocimiento facial o con tu huella dactilar o tener una nevera que le dictara una receta e hiciera el pedido al supermercado, hoy se acercan más a la realidad que a la ficción.

Desde controlar la temperatura de la vivienda hasta sincronizar el despertador con la cafetera para tener listo el café al salir de la cama, cada vez más, el límite está en la imaginación del usuario y no tanto en la tecnología disponible.

Si bien es cierto que actualmente el número de “casas inteligentes” apenas alcanza el 7%, se prevé que para el 2022 su instalación pueda triplicarse, dados los grandes y rápidos avances que se están produciendo en este sector. Hoy, la mayor dificultad radica en lograr una solución integral que permita gestionar la vivienda de manera global, dado que, al ser cada dispositivo de un fabricante distinto, se complica la comunicación entre ellos. Sin embargo, al irse mejorando las instalaciones, también van aumentando las compras. De hecho, en el 2018, las ventas de sistemas de control y automatización aumentaron en un 40%, según la Asociación Española de Domótica e Inmótica (CEDOM). Por ello, el comparador de seguros de hogar Acierto analiza las ventajas de esta nueva tendencia, así como los posibles peligros.

¿Qué posibilidades ofrecen las casas “inteligentes”?

Una casa inteligente es aquella que tiene la capacidad para regularse de manera autónoma o a través de mecanismos de control remoto gracias a que los electrodomésticos, las luces, los sistemas de climatización y el control de seguridad, entre otros dispositivos, estén conectados a la red. Las funcionalidades y ventajas de estas smarthomes son cada vez más amplias, pero se podrían resumir en cuatro principales: comodidad, ahorro, seguridad y sostenibilidad.

Comodidad

El principal atractivo de esta tecnología, a primera vista, es la comodidad de poder llegar a casa y que la calefacción ya la haya calentado, o poder programar las persianas para que se bajen cada noche sin tener que salir de la cama.

A estas posibilidades, se añade, además, que cada vez son más los electrodomésticos que se pueden conectar a dicha tecnología, como por ejemplo la nevera, la lavadora y otros muebles de almacenamiento. Gracias a ello, es posible que sea el mismo frigorífico el que haga un pedido al supermercado cuando ciertos alimentos escaseen, o el mueble de la limpieza cuando quede poco papel higiénico. La lavadora, secadora o el lavaplatos conectados, asimismo, podrán programarse para que finalicen cuando vayamos a llegar a casa, para así poder coordinar mejor las actividades personales con las labores del hogar. Lo dicho, la imaginación es la que pone el límite.

Ahorro

Según CEDOM, la digitalización del hogar podrá suponer un ahorro de entre un 25% y un 30% en el consumo energético, lo cual se verá reflejado en la factura. Programar las persianas para que se mantengan bajadas supondrá un ahorro en la calefacción, al igual que desconectar los enchufes y apagar las luces y los electrodomésticos cuando la casa esté vacía evitará un derroche innecesario de electricidad y energía sin tener que estar tan pendiente cuando se es el último en salir.

Además tener una casa domotizada podría llegar a abaratar el seguro de hogar en un futuro, ya que, a menor riesgo, menor precio. Por ejemplo, ante una fuga de agua, el sistema podría programarse para cortar la llave de paso, evitando así una costosa inundación.

Seguridad

La gran aportación de este tipo de sistemas es, sin duda, la seguridad. Gracias al fácil control de acceso digital y a las alarmas disponibles en el mercado, el propietario estará constantemente informado de quién entra y quién sale de su casa, de manera que podrá alertar a las autoridades en caso de detectar algún movimiento sospechoso (o programar a la casa para que lo haga ella). Además, existen sistemas que activan protocolos en diversas situaciones de riesgo como pueden ser una fuga de gas o una inundación cuando sea preciso, así como en el caso de caídas o accidentes de las personas que se encuentren dentro, agilizando el contacto con los servicios de emergencias.

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Asimismo, se podrán activar los diferente dispositivos de forma remota para simular movimiento en el hogar mientras los propietarios están fuera, una estrategia que busca evitar los robos en periodos vacacionales.

Sostenibilidad

El ahorro que supondrá que la casa quede completamente apagada cuando esté vacía, no sólo compensará al bolsillo, sino también al medioambiente. Reducir el uso de calefacción, aire acondicionado y electricidad, así como hacer uso de las nuevas opciones de acumulación de recursos provenientes de energías limpias (solar, eólica, etc.) para su uso posterior, son pequeñas acciones que nuestro planeta agradecerá.

La domotización: ¿merece la pena?

Como ocurre en la mayoría de los casos cuando la tecnología irrumpe en el hogar, han surgido muchas dudas en torno a la domotización de los hogares y los posibles peligros que esta puede suponer.

Uno de los miedos principales de los españoles es que, al estar conectados todos lo dispositivos a internet, estos pasan a ser susceptibles de un “ciberataque” que acabe por robar los datos y controlar la casa al completo. Si bien esta posibilidad existe, es realmente pequeña.

Además, las diferentes aseguradoras están trabajando en crear pólizas adaptadas a este tipo de hogares que ayuden a determinar quién se tendrá que hacer responsable de las consecuencias derivadas de posibles suplantaciones de identidad o “ciberataques”, así como de fallos en el suministro que dañen los dispositivos, de manera que el propietario quedaría protegido ante esta amenaza online.

Para evitar estos peligros os recomendamos una serie de precauciones que ayudarán a perderle el miedo a esta nueva tendencia:

  • A la hora de comprar un nuevo dispositivo, además de la funcionalidad y el precio, habrá que tener en cuenta el firmware y la frecuencia de sus actualizaciones, así como la tecnología que usa, es decir, la conectividad.
  • Es muy importante revisar y configurar todas las opciones de privacidad y seguridad, comprobando qué datos se están cediendo.
  • Actualizar los aparatos en cuanto salga una nueva versión también será esencial para contribuir a su buen funcionamiento y mantenimiento.
  • Configurar la red wifi correctamente la hará más segura.
  • Antes de lanzarse a comprar, es recomendable comparar para buscar cuál es el dispositivo más seguro y recomendado tanto por expertos como por los usuarios.

Otra duda que puede surgir en relación a este tipo de modificaciones es el coste que tiene, algo que también puede llegar a disuadir al propietario, ya que, efectivamente, no es barato. Al ser un sistema relativamente nuevo, se cobrará un precio muy alto por la mano de obra, y, si se contrata personal, es bastante probable que tengan que hacer una obra completa en el hogar. Por esta razón, en la actualidad se está incluyendo la domótica desde el principio en la construcción de las casas, ya que en ese caso es mucho más sencillo.

Sin embargo, es suficiente con ser un poco “manitas” para montar un sistema domótico personalmente y con un coste mucho menor, ya que bastará con un altavoz, enchufes, bombillas y un mando a distancia inteligentes para lograr un circuito que le haga la vida más fácil a uno. Además, como con el comer y el rascar, todo es empezar, así que si más adelante se detectan posibles mejoras, se pueden ir incluyendo para adaptar la casa exactamente a las propias necesidades.

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