Desde decoración cocinas siempre estamos buscando ideas y propuestas, que os ayuden cambiarle la cara a la habitación que más uso de hace en toda la casa. Por eso no hay nada mejor para motivar al cambio, que ver el antes y el después de una cocina que ya ha dado el paso.
El ejemplo de hoy es una cocina pequeña, que ha reformado electrodomésticos, suelo, paredes, etc. aprovechando piezas que ya estaban e incluyendo de nuevas.
El primer cambio que se aprecia son las paredes, que han pasado de ser blancas con algunas de ellas mostrando el ladrillo original, a ser verde claro. Lejos de parecer que se ha perdido luminosidad en ella, se ha conseguido más de la que había, ya que el verde es tan suave que apenas aprecias su pigmento. La pared de ladrillos ha quedado oculta bajo una capa de pintura blanca, algo que le da personalidad a esa pared y aporta un rasgo diferente al resto de paredes.
Las puertas de los armarios son las mismas que había antes, pero con una mano de pintura blanca y el cambio de todos los pomos, parece que se trate de mobiliario nuevo. Una idea fácil y práctica.
El cambio más significativo lo vemos en el suelo, ya que lo han cubierto con pintura gris en dos tonos, en la que se dibuja una cenefa que se repite por todo la superficie. El contraste que crea el suelo gris con los armarios blancos y las paredes verdes, es muy interesante, ya que demuestra una vez más que mezclando viendo los colores y usando una proporción medida, se puede jugar con todos los que se quiera.
La dueña de esta cocina y autora de la reforma, nos cuenta en su blog que ademas de los cambios en decoración, también intentó buscar soluciones bonitas y decorativas con el almacenaje. De ahí sacó la idea de colocar este estante metálico de Ikea bajo la ventana y, colocar en él las ollas y sartenes que más se usan. Las tapas transparentes ordenadas así tienen más aspecto de burbujas que de utensilios.
Una cocina muy original y con mucho encanto.