Con sus colores suaves, sus motivos florales y sus delicados atuendos, el Shabby Chic es uno de los estilos que mejor se desenvuelven en una decoración femenina.
Esta tendencia decorativa surgió en la antigua campiña inglesa, donde las casonas se revestían de muebles viejos y floridos textiles, en pos de una ambientación fresca, novedosa, elegante. De esa mezcla entre lo añejo y lo moderno surge la denominación del estilo: “Shabby” significa “desaliñado”, mientras que “Chic” hace referencia a la elegancia y la delicadeza femenina presentes en estas composiciones.
El mobiliario restaurado, los accesorios vintage y las tonalidades luminosas son los principales protagonistas del estilo Shabby Chic. Solo hace falta reciclar esos muebles y adornos que se creían inservibles y llenarlos de luz para ambientar un baño utra-femenino.
La luminosidad es el componente básico de un baño Shabby Chic. La luz natural llena el ambiente con esa calidez propia del campo, de donde es oriundo el estilo. Grandes ventanas (en lo posible con vistas a espacios verdes) serán fundamentales para este fin, siempre que no atenten contra tu privacidad. Para la noche, ilumina tenuemente con un antiguo candelabro, velas y lámparas clásicas.