Si estás buscando la manera de bajar el gasto de tu factura de la electricidad en épocas de frío, estás en el lugar adecuado. Vamos a explicarte algunas formas con las que puedes calentar tu dormitorio sin tener que encender la calefacción…
Porque por la noche puedes pasar frío y si enciendes la calefacción gastarás más dinero del que te gustaría cuando te llegue el recibo de la luz. De hecho, son demasiadas horas en las que estás en el mundo de los sueños y el contador de luz corre sin demora.
Algunas de estas soluciones no solo te ayudarán a calentar tu dormitorio mientras duermes, si no que, puedes calentar el resto de la casa si lo haces bien. Poniendo un poco de tu parte tendrás un hogar más cálido sin tener que pagar ni un euro más de la cuenta.
1. Ventanas y puertas bien selladas
Es fundamental que las puertas y las ventanas de tu hogar (todas ellas) estén bien selladas. De esta manera no entrará más frío de la cuenta ni saldrá el calor del interior de tu hogar hacia el exterior.
Es necesario que siempre que llegue la época del frío, revises bien todas las ventanas y las puertas, para que no quede ni una sola grita por la que pueda entrar aire o frío. Para saberlo solo tienes que pasar la mano cuando haya viento.
También puedes poner una cerilla encendida y pasarla por delante y si el humo se mueve de manera anormal es probable que haya una grieta por donde se vaya el calor y entre el frío.
Si no puedes sellar las ventanas correctamente, no dudes en buscar grandes mantas y cubrirlas para evitar que el frío entre demasiado en tu estancia… también puedes poner cortinas gruesas.
2. Ropa de cama caliente
¿De qué material están hechas tus sábanas? Sí, es posible que con un edredón nórdico te parezca más que suficiente, pero si pruebas las sábanas de coralina o sábanas de nieve, entonces nos agradecerás toda la vida que te lo hayamos dicho.
Si no conocías este material para la ropa de tu cama, tus noches frías ya no serán tan frías nunca más. Es un material que te mantiene caliente toda la noche, tanto es así, que solo necesitarás las colchas, un edredón por encima y dormirás muy calentito/a toda la noche.
Las sábanas de coralina son mucho más resistentes, duraderas y cálidas que las de franela (que también están bien pero cuando se habla de frío de verdad, la coralina es la mejor opción). Si no nos crees, ¡haz la prueba!
Aunque eso sí, para los climas donde el frío sea bajo cero, entonces usa las sábanas de coralina y un buen nórdico que te caliente de manera extrema y que puedas dormir maravillosamente sin tener que encender la calefacción de tu dormitorio.
3. Calcetines gruesos y gorro para dormir
Dormir con los pies fríos es lo más molesto que hay cuando sientes cómo fuera hiela… por lo que tener unos calcetines calentitos es ideal para dormir bien. Pero si sentir el frío en la cabeza también te molesta, no dudes en usar un gorro que te ayude a tener la cabeza caliente.
El gorro puede ser de lana, y si te tapa las orejas mejor. De hecho, antiguamente, cuando no habían calefacciones en los hogares, el frío que hacía en los dormitorios obligaba a las personas a usar gorros para calentar sus cabezas, ¡pues es lo mismo!
Si no te gusta la lana, puedes escoger otro tipo de material que te aporte mayor confort mientras tienes la cabeza apoyada en la almohada, y disfruta de un sueño cálido y reparador.
4. La cama, mejor lejos de la ventana
Si tienes la cama demasiado cerca de tu ventana, entonces ha llegado el momento que la muevas de lugar. Pon la cama justo en la otra parte de la estancia para que de esta manera, puedas estar más lejos del frío que pueda entrar por las grietas.
Además, aunque tengas las ventanas bien selladas, el vidrio de la misma se puede enfriar considerablemente en las noches más gélidas, por lo que también podrían transmitirte frío apenas sin darte cuenta.
Si las paredes de tu casa no tienen un buen aislamiento y cuando las tocas están frías, ocurrirá lo mismo. Mejor aleja la cama de toda superficie que en la parte exterior esté en contacto directo con el frío.
5. Una alfombra gruesa y grande
Las alfombras pueden ser un recurso maravilloso para sentir que una estancia es más caliente, sobre todo en ligares donde el suelo es duro. Coloca una alfombra que sea gruesa durante los meses más fríos en mitad de la estancia y notarás cómo tu dormitorio estará mejor aislado del frío.
Además, siempre que quieras salir de tu cama, si la alfombra está cerca, podrás sentir la calidez debajo de tus pies… y esto es, sin duda, una maravilla en mitad de una noche fría de invierno.