Les presento un asiento muy especial, la butaca «Joele», un descubrimiento que he hecho el fin de semana. Es ideal para el estilos de vida de los jóvenes de hoy, que viven en pisos pequeños y que se mudan con frecuencia.
Es un producto que se puede utilizar de distintas maneras, como una mesa, un asiento con apoyapiés, también puede ser un puf o un taburete. Y todo se guarda en un solo bloque dentro de una cubierta de tela, reversible, disponible en dos colores, uno para el interior, otro para el exterior. También se pueden elegir los colores para el taburete y el cojín. Cuando se abre, la cubierta se dobla hacia afuera formando dos cómodos apoyabrazos. Me parece muy simpático como concepto de mobiliario portátil.
Su diseñador es Riccardo Giovanetti, italiano por supuesto, que está desarrollando una creciente actividad en el mundo del diseño industrial; testimonio de este hecho son las colaboraciones con diferentes empresas en las industrias de muebles. Ha diseñado numerosas exposiciones e interiores en Europa, Australia y Japón.
Su trabajo encierra un poco el mismo concepto que el trabajo de Carlo Magnoli, para Felicerossi, quien concibió un objeto semiesférico que contiene varias piezas. Y cambiándolas de lugar podemos obtener una silla, una chaise-longue o también una silla mecedora. Es un trabajo muy conceptual que parece inspirado en algúna obra de arte abstracto.
No me digan que no los deja con la boca abierta. Pues a mí sí. La mecedora está realizada en espuma de poliuretano con armazón de acero para mantener la poltrona erecta. Eso sí, no dispone de cubierta desprendible como en el caso anterior, detalle que le vamos a perdonar en este caso.