A todos nos gustaría tener cualquiera de los cocineros de la televisión en casa a la hora de comer. Todo estaría riquísimo, los alimentos serían frescos y lo mejor de todo, nosotros sólo tendríamos que sentarnos en la mesa ya servida y comer. Todo un lujo.
Por eso es normal pensar que las cocinas de sus casas deben tener las ollas más sofisticadas, el último modelo en placas de inducción y, por descontado, seguro que esta estancia es una de las más grandes y confortables de la casa. Pues nada más lejos de la realidad, ellos también son humanos.
Hace tiempo que en The Selby recogen de forma muy personal el interior de las casas de diseñadores, estilistas, cantantes, arquitectos,… de todo el mundo.
En sus fotografías, todas ellas extraordinarias, se retratan unas casas de todos los estilos: Modernas, barrocas, abarrotadas, caóticas, minimalistas, etc. La premisa principal es mostrar la casa tal y como la vive su propietario, es decir, si esa mañana no ha dado tiempo a hacer la cama o a recoger los platos de la cena, el fotógrafo lo recoge tal cual.
Nada de sirvientas que lo dejen todo perfecto, en la imperfección y la casualidad también hay belleza.
De todos sus reportajes, he preparado un resumen con las imágenes de las cocinas reales de prestigiosos chefs. Cocinas, que podrían pertenecer a cualquiera de nosotros por su sencillez y escasos utensilios. Será verdad lo que dicen de “En casa de herrero, cuchillo de palo”.
También se han colado en las cocinas de restaurantes o heladerías emblemáticas de Nueva York y, han retratado cómo es un día normal en cada una. Es curioso ver cómo preparan chocolate o preparan el yogurt que venderán durante el resto del día.