Tras su aparente simplicidad, la butaca Brando esconde una complicada producción. Su diseñadora Mónica Sánchez, realizó esta pieza para Rafemar, en líneas simples y puras. Los pequeños detalles la hacen la butaca ideal para vestir de modernidad un espacio.
Su interior se compone de un molde de fibra inyectada con refuerzo de poliamida. Adaptar el tejido a su forma curva e irregular requiere de un gran destreza que es posible gracias a su producción artesanal. Las costuras tienen especial importancia. enfatizan sus formas y crean volúmenes marcados con líneas simples y depuradas.
Está disponible en tres colores: marrón, rojo y blanco, y en su diseño se incluye un pie de acero giratorio y del mismo color que la butaca para orientarlo fácilmente y estar cómodos.
Más información: Rafemar
Vía: decoestilo