Disponer de un vestidor en casa es el sueño de muchos. Mientras que este momento llega hay otras maneras de crear en los dormitorios una zona donde vestirse y tener las prendas de diario al alcance y ordenadas. De repente ese armario ropero que no dejas de reorganizar. Y los metros a su alrededor se han transformado en un pequeño vestidor casero ideal para tus necesidades y tu estilo de vida. Hay trucos y consejos súper prácticos para realizar esta metamorfosis. Si sigues leyendo descubrirás cómo.

No todo es cuestión de tener muchos metros disponibles. Unos accesorios imprescindibles y versátiles. Muebles auxiliares móviles y unas cuantas ideas organizativas ingeniosas son suficientes para alcanzar este objetivo. Dar forma a un pequeño vestidor casero puede ser mucho más sencillo de lo que te estás imaginando. Seguro que hay muchos aspectos que se pueden mejorar en el interior del armario y en esa zona de paso o en ese rincón donde está situado.
Los accesorios esenciales de un pequeño vestidor casero

Pensar en cómo nos vestimos y dónde cada día nos dará muchas pistas para empezar a configurar un pequeño vestidor casero. Es más que probable que sea de prisa y corriendo. Lo más cerca posible del armario del dormitorio y sin saber muy bien si hemos acertado con el vestuario.
¿Cómo no hemos caído antes en lo importante que es tener un espejo de cuerpo entero? Si en las tiendas nos miramos una y otra vez, en nuestro dormitorio también. Más cómodo y práctico imposible para comprobar si nos gusta lo que nos hemos puesto. Y una herramienta infalible para mirarnos en conjunto, con el calzado, las prendas de abrigo y los complementos. Los espejos de pared son una gran opción por la que decantarse. Sobre todo cuando no hay mucho espacio para moverse en la habitación. Además de una buena solución para sacar partido a lugares como el lateral del armario o un hueco de pared estrecho. A mi me ha funcionado.
Otra gran alternativa son los espejos móviles, fantásticos para desplazarlos aquí y allá. Quizá junto a una entrada de luz natural para vernos con luz de día. O en un rincón mientras no se utilizan. Elijas el que elijas, ya no podrás vivir sin este accesorio. Además puede resultar sumamente decorativo si va enmarcado en madera natural, acabado en un blanco roto, en oro o plateado.
Barras y rieles para las prendas de diario

Cuando las posibilidades espaciales de nuestro armario ropero no dan mucho más de sí, no quiere decir necesariamente que haya que cambiarlo. Tan solo que hay que mejorar su capacidad de almacenamiento. Desprendernos de todo aquello que no usamos y buscar apoyos extras fuera del armario en sí. Y es aquí donde entran a escena las barras y rieles para colocar tras una puerta y colgar varias perchas. O si preferimos darlos más visibilidad, las barras que quedan suspendidas del techo por un sistema de cuerdas.
Tan sencillos y sin embargo qué útiles para dejar en ellos esas prendas que son básicas en nuestro ropero cotidiano. Así evitaremos tener que localizarlas en el interior del armario y que estén arrugadas. También es muy cómodo pensar en estos elementos para preparar la ropa del día siguiente, pañuelos y bolsos incluidos. La idea es enseñar y tener a mano la ropa con la que mejor nos sentimos y, por tanto, nos ponemos con bastante frecuencia. Ahorraremos tiempo por las mañanas, con todo ya listo y conjuntado.
Incluso podemos etiquetar o personalizar las perchas para identificar más fácilmente qué hay en cada una de ellas. O combinarlas de diferentes colores asignando a cada tono un tipo de prenda. Propongo las de terciopelo rojo y negro. Sin duda, son un nuevo elemento más a incorporar en el pequeño vestidor casero para el dormitorio.
Un ropero extra con percheros independientes

Hablamos de dar con ideas ingeniosas que hagan realidad disfrutar de un pequeño vestidor casero. Pues aquí va una más, recomendada para dormitorios donde tal vez también se trabaje o estudie. Estoy pensando en utilizar un perchero independiente como un armario ropero extra. Muy práctico para tener a mano y colgadas chaquetas, prendas largas y bolsos y zapatos. Una selección del vestuario de temporada que más uses. Existen modelos muy funcionales, con baldas y cajones para almacenamiento extraíble en su parte inferior. Me parecen una solución genial para dormitorios modernos, con un concepto más flexible y versátil de la decoración.
Sistemas de almacenaje para encontrar la ropa al instante

Un pequeño vestidor casero admite muchas soluciones funcionales. Se me ocurre otra que es perfecta para tener la ropa a la vista y localizada por compartimentos. Hablo de las estructuras de almacenaje que se adaptan al espacio disponible para optimizarlo al máximo. Permiten improvisar pequeños vestidores en un rincón del dormitorio, o incluso en un hueco abuhardillado, ¿por qué no? Se puede elegir entre combinaciones ya diseñadas, o plantear tu propio diseño para resultados más a la medida. Y como broche final, unas cortinas para cerrar este espacio. Añadirán un toque más personal.
Y en el interior del armario…
Y ahora vamos con el armario ropero. Revisemos a fondo su interior para ver qué mejoras podemos emprender.¡Muchas! Nada de dejar huecos vacíos bajo las prendas largas colgadas, como los vestidos. Los módulos con ruedas y cajoneras se adaptan muy bien a este tipo de mini espacios, generando nuevas zonas donde guardar prendas dobladas. Otra propuesta es rentabilizar más esos cajones o baldas extraíbles en los que no se sabe muy bien que guardar al fondo porque después no lo miramos. Quizá lo mejor sea darles otro uso. Sus dimensiones son fantásticas para tener organizados y a mano objetos pequeños, dispuestos como los expositores de las tiendas. Relojes, gafas de sol, nuestra colección de cinturones y pañuelos…. Vale la pena hacer la prueba.
Una alfombra y un biombo, dos caprichos alcanzables

Cuántas ideas para hacer realidad nuestro pequeño vestidor casero. Solo dos sugerencias para hacer de este espacio un lugar aún más cálido y con estilo. Una alfombra mullida, si es de tacto aterciopelado mejor que mejor, para pisar descalzo y notar su tacto en la piel. Y un biombo, aunque sea pequeño y sencillo, para reservar un rincón donde vestirnos y desvestirnos. Me pregunto por cuál de ellas vas a empezar.