¿Quieres arreglar las averías de la casa tú mismo y ahorrar un buen dinero a fin de mes? Nada más sencillo. Pero, ojo, no te metas con trabajos que conlleven riesgo -electricidad, gas y similares- ni tampoco que no controles bien, porque en ese caso el desastre está garantizado y además puede ser peligroso.
Arreglar las averías domésticas más comunes es sencillo
¿Te desesperas con ese hilillo de agua que sale insistentemente de tu grifo? ¿O con la puerta del armario que no se desliza con suavidad y hay que empujar con las dos manos para abrirla o cerrarla? ¿Te gustaría arreglar las averías sin tener que estar esperando al técnico? Te damos algunos consejos para que que tú mismo resuelvas los trabajos de bricolaje casero más habituales.
Repara el grifo que gotea
Es probable que se deba a que las juntas están muy viejas y desgastadas. Antes de arreglar la avería, corta el agua para evitar riesgo de inundaciones y después desmonta el grifo. En los grifos de dos llaves -fría y caliente- tendrás que sustituir la junta gastada, pero si se trata de un monomando, como este de la foto de Pixabay, no vas a tener más remedio que cambiar el cartucho completo.
Cuando el agua sale con mucha o poca presión, también es sencillo arreglar la avería sin llamar a un profesional. En el primer caso, quizás el aireador (el remate del caño) esté obstruido. Tienes que retirarlo desenroscándolo y limpiarlo bien con un cepillo de dientes que no uses, por ejemplo. Si el agua sale con mucha fuerza, lo recomendable es colocar en el grifo un reductor de presión del diámetro adecuado a tu grifo. Es una pieza que se coloca en el caño fácilmente y con él se ahorra además mucha agua.
La corredera del armario se atasca
Mira a ver si se ha descolgado, o es que los rodamientos están estropeados. Con el peso y el uso las puertas de los armarios tienden a caerse. En ese caso tendrás que ajustarlas (en ocasiones llevan un tornillo que sujeta el mecanismo) y recolocarlas en las guías. También puede que los rodamientos se hayan deteriorado y ya no «rueden bien». Si es así, cámbialos por otros similares. Lleva los antiguos a la tienda, porque los nuevos rodamientos deben adaptarse a las guías existentes. Si por último decides modernizar tus puertas, no dejes de leer este post.
El horno no calienta bien
¿Cuántos años tiene? Igual es el momento de cambiar la junta de goma que cierra herméticamente la puerta, para que el interior no pierda calor. No en todos los modelos el sistema de sujeción de la junta es el mismo, pero en muchas marcas conocidas suele ir sujeta por ganchos en las esquinas del rectángulo del hueco de cierre de la puerta. Solo hay que girar para retirar la goma antigua y hacer el movimiento inverso para colocarla. Llérvate la goma a la tienda para que sea igual o cómprala en el distribuidor de la marca.
¿Una baldosa del suelo se te ha roto?
Es una faena que una pieza de un suelo tan bonito como éste se rompa con el golpe de un objeto metálico, pero puedes disimular el daño. Puedes arreglar las averías que se producen también en el pavimento de cerámica de forma fácil. Sigue estos pasos: aplica una resina exposi a la baldosa, la puedes encontrar en barritas. Deja que se endurezca y pasa después de una espátula para finalmente apicar un esmalte lo más similar al color del pavimento. ¡Listo!
La puerta de paso roza en el parquet
Es uno de los problemas más habituales: con el tiempo la puerta termina cayéndose y acaba rozando con el suelo, que se araña. Hay dos posibles soluciones, aunque la primera es la más recomendable: colocar arandelas nuevas en las bisagras. La función de esta pieza es minimizar la fricción y del uso en ocasiones termina aplastada o incluso rota. Sustituirla por una nueva es la forma más simple de arreglar la avería sin llamar a un manitas.
La segunda opción es cepillar un poco la puerta por debajo. Si no roza en exceso, bastará con pasar un papel abrasivo de grano grueso, de entre 40 y 80. Fíjalo en el suelo con cinta adhesiva con la parte de la lija hacia arriba y abre y cierra la puerta repetidas veces, para que al pasar por encima del papel se «rebaje» un poco de madera.
Los radiadores están fríos
¿A pesar de tener la calefacción a tope los radiadores no calientan en exceso? Arreglar la avería es facilísimo en los modelos convencionales, como estos de la foto de Pixabay. Seguramente se trata de aire acumulado. Nada más fácil que hacer que lo expulsen: mete en la ranura de la llave de purgado, que siempre está en el lado derecho, una moneda de canto, o mejor aún un destornillador plano.
Pon previamente un recipiente debajo para recoger el agua que haya en el circuito y pueda salir a la hora de aflojar (no hace falta desenroscarlo del todo) el purgador. Notarás el silbido del aire, cuando empiece a salir el agua vuelve a apretar el purgador..
Como ves, arreglar las averías de tu casa es más fácil de lo que parece Si te animas a poner manos a la obra, verás como tu presupuesto doméstico lo nota.