Si estás buscando una buena idea para vestir tus ventanas y no te decides por poner cortinas, estores o paneles japoneses, piensa en instalar persianas venecianas. Te ayudarán a controlar la luz del exterior y, además, serán una gran alternativa para decorar tus ambientes. ¡Anímate!

Aunque las persianas venecianas no son una de las formas más habituales en los salones de nuestro país para controlar la luz exterior y vestir las ventanas, son una interesante opción que debemos tener en cuenta. De hecho, este sistema tiene grandes ventajas sobre las cortinas o los estores, mucho más popularizados en las casas españolas.
Hoy te contamos todo lo que debes saber para decidirte a instalar una persiana veneciana en casa. Analizamos todas sus ventajas y también sus inconvenientes para que puedas decidirte con conocimiento de causa.
Qué son y cómo funcionan las persianas venecianas

Una persiana veneciana es un tipo de persiana que se compone de varias lamas conectadas entre sí por un sistema de cordeles que hacen que se plieguen o se extiendan para poder subirlas o bajarlas a nuestro gusto.
Las lamas pueden ser más o menos anchas o estrechas, y aunque lo habitual es que estén dispuestas en horizontal, también podemos encontrar persianas venecianas con las lamas colocadas en sentido vertical.
Una de las particularidades de este tipo de persianas, y que las hace realmente prácticas, es que las lamas oscilan para dejar entrar más o menos luz del exterior. Para ello se utiliza una varilla que hace que las lamas cambien su posición en función de la claridad que necesitemos o que queramos en el interior.
¿Por qué elegirlas?

Una de las razones por las que me parecen tan buena idea las persianas venecianas para determinados ambiente es por su gran capacidad de regular la entrada de luz exterior. Son tan flexibles en ese sentido, que resultan muy cómodas de usar tanto si quieres mucha luz en un momento dado, como si necesitas tamizar la luz para lograr un ambiente de penumbra.
Conseguir lo mismo con las cortinas es más complicado: si elegimos una tela muy fina, tipo visillo, nos costará controlar la luz en las horas más luminosas del día, mientras que si la tela es gruesa, el ambiente estará casi siempre oscuro y mortecino. Con las venecianas solucionamos ese problema de un plumazo.
Otra de sus ventajas es que aportan intimidad a los espacios, ya que ocultan el interior a las vistas, aunque no estén totalmente cerradas, por lo que dejan pasar al mismo tiempo la cantidad deseada de luz.
Además, por estar fabricadas con materiales no textiles, evitan la proliferación de ácaros y de muchos tipos de alérgenos, lo que es una ventaja si eres alérgico o en tu casa vive alguien con este tipo de problemas.
Sus mayores inconvenientes

No todo son ventajas a la hora de decidirse por las persianas venecianas. Como nada es perfecto, ellas tampoco y siempre hay puntos que se podrían mejorar. El secreto está en decidir y priorizar en función de tus gustos y necesidades.
Uno de los puntos débiles de este tipo de persianas es, sin duda, el diseño. Resultan mucho más frías y desangeladas que otros sistemas como las cortinas (que pueden elegirse de mil formas diferentes) o los estores.
Y es que los materiales en los que están disponibles las venecianas no ayudan mucho a mejorar su diseño. Suelen ser de metal, de pvc o de madera, siendo estas últimas la opción más cálida y acogedora, y la más apropiada para ambientes un poco más clásicos. Los modelos de PVC o metal quedan mejor en estancias de estilo contemporáneo.
En lo que se refiere a su decoración o personalización, las venecianas no ofrecen muchas alternativas. Normalmente son de colores lisos (ya sean de metal o pvc) y las de madera puedes ser de distintos tonos (de color haya, caoba, roble o nogal). Pero, más allá de estas opciones, no hay mucho más donde elegir.
Instalación, limpieza y mantenimiento

Instalar una persiana veneciana es una tarea muy sencilla que podrás hacer tú mismo sin problemas. Tan solo has de tener en cuenta el tipo de ventana que tienes en casa. O, más bien, su sistema de apertura. Si se trata de una ventana corredera no hay ningún problema. Puedes instalarla justo en la parte superior de la ventana, pegada al borde de la misma.
Pero si la ventana es abatible tendrás que dejar entre el borde superior de la ventana y la persiana un espacio (unos 10 o 12 cm) para que puedas abrir la ventana sin problemas (con la persiana totalmente subida).
Además, en cuanto al ancho de la persiana, esta ha de tener unos 20 cm más que la ventana, para dejar que sobresalga 10 cm a cada lado y la tape bien. Si la ventana está metida en un hueco, la persiana ha de tener el mismo ancho del hueco.
La limpieza de una persiana veneciana no tiene que ser muy complicada, ya que se trata de materiales no textiles (no hay que lavarlas en la lavadora, ni planchar, etc.). El polvo es, seguramente, nuestro mayor enemigo a la hora de limpiar persianas venecianas. De hecho, existen accesorios especiales para hacerlo de forma más cómoda.
¿Te convence este sistema para vestir ventanas y ventanales? ¿Tienes alguna de estas persianas en casa?