Si sueñas con tener un cuarto de baño relajante, en el que poder tomarte un tiempo de descanso de vez en cuando y liberar todas las tensiones de la vida cotidiana, presta atención al siguiente artículo. Te contamos algunas ideas que puedes poner en práctica para convertir tu baño en un oasis de paz.
El baño es uno de los espacios más íntimos de la casa. Un lugar en el que deberíamos encontrarnos muy a gusto y donde pudiésemos tomar un baño tranquilos después de un duro día de trabajo. Lo ideal sería disponer de un cuarto de baño relajante, aunque la realidad no siempre es así.
La mayoría de las veces comenzamos el día usando el baño a la carrera y por la noche, la cosa no es muy diferente. Sin embargo, y a pesar del ritmo endiablado que nos impone la vida cotidiana, no tienes por qué renunciar a tener un cuarto de baño relajante.
Es cierto que no es demasiado grande, más bien pequeño. Que no está decorado con materiales de última generación y que ya va necesitando una reforma. Pues bien, si ese es tu caso, plantéate transformar el cuarto de baño para convertirlo en ese espacio de relax con el que sueñas. Nosotros te damnos algunas ideas que te vendrán de perlas.
¿Quieres tener un cuarto de baño relajante?
No se trata de hacer una reforma completa, aunque sí podrías cambiar dos o tres cosas que te ayudarán a conseguir un cuarto de baño relajante y mucho más acogedor. El caso es lograr que el espacio sea más agradable y también más fácil de usar.
Para ello puedes tomar como inspiración los antiguos baños árabes o hammam, auténticos paraísos del relax. Los primeros fueron construidos en torno al año 600 d. C. por los árabes, aunque tuvieron como referente las antiguas termas romanas y griegas.
Los hammam eran lugares de reunión en los que, además de llevar a cabo hábitos de higiene, los hombres (al principio solo eran para hombres, aunque después se abrieron también a las mujeres) se relajaban siguiendo determinados rituales de purificación del cuerpo y el alma.
Fue cosa de los turcos popularizar los hammam y permitir el acceso a todos los grupos sociales. También fueron ellos quienes exportaron la idea al resto de Europa. El caso es que es una de las mejores cosas que pudieron hacer porque, ¿quién no se encuentra en la gloria cuando visita un hammam? Hoy te damos algunas instrucciones para disfrutar en tu propia casa de un cuarto de baño relajante.
Un ritual a seguir
Lo primero que has de plantearte si quieres tener en casa un cuarto de baño relajante es si vas a usarlo. Si vas a sacarle todo el partido para disfrutar de ese relax que tanto echas en falta. Porque no tiene mucho sentido crear un espacio de descanso en el baño y después no utilizarlo nunca. Para eso, mejor disponer de un baño ordenado, práctico y funcional, en el que pasar el mínimo tiempo posible.
Proponte hacer un uso frecuente de tu cuarto de baño relajante, seguir los rituales de relax y belleza que necesites sin sentirte culpable por invertir en ello un tiempo valioso. Merecerá la pena.
Si vas a reformarlo
¿Tu cuarto de baño está obsoleto y un tanto viejo? ¿Necesita una reforma urgente? Puede que haya llegado el momento de reformarlo por completo. Y no se me ocurre mejor excusa para renovar superficies y materiales y crear ahora un cuarto de baño relajante, elegante y con un punto exótico y atractivo, al estilo de los antiguos hammam árabes. Aquí tienes algunas sugerencias para lograrlo.
Elige una paleta de colores suaves y relajantes. Antes de decidir qué tipo de materiales quieres para tu nuevo cuarto de baño, ten en la mente tonalidades suaves y ligeras, que te ayuden a encontrar ese relax que persigues. Apuesta por diferentes tonos de azul, por la gama de los turquesas, los verdes agua, los grises y plata, los tonos crema y los dorados. Una combinación de blanco y negro puede resultan también tremendamente elegante y relajante.
Azulejos en las paredes y también en el suelo. Revestir las superficies de mosaico es una estupenda manera no solo de lograr un espacio decorado con acierto, sino de evocar el ambiente de los antiguos hammam.
Iluminación suave y acogedora. Es un factor decisivo a la hora de conseguir un cuarto de baño relajante. Procura que las luces sean cálidas y tenues de forma que iluminen las paredes del baño, y dota a la zona del lavabo de una iluminación más intensa (para cuando necesites usarla). Para el resto del espacio lo mejor es huir de los excesos de luz y de las luces demasiado frías.
Complementos decorativos. No está de más que incluyas algunos objetos decorativos para dar al baño un toque más personal: espejos dorados, alguna lámpara exótica, cuencos de madera, etc.
Por último, no descuides los detalles. Ya tienes tu hammam particular a punto. Un cuarto de baño relajante te espera. Para disfrutarlo a tope hazte con unas toallas suaves y mullidas, un difusor de aroma y unos jabones delicados. Enciende algunas velas que te ayuden a crear ambiente, desconecta el teléfono y prepárate a disfrutar. ¿Te apetece?