Las molduras están otra vez de plena actualidad en la decoración doméstica. Viven su momento de gloria como elementos llenos de fuerza para añadir un toque chic a los espacios. Al margen de estilos y corrientes, vuelven para quedarse con su elegancia de siempre. O reinventadas, con propuestas innovadoras y atrevidas. Renovar techos y paredes con molduras es una tarea sencilla llena de sorpresas. Seguro que estás deseando saber cómo.
Con este post nos hemos propuesto convencerte de que los techos y la parte superior de las paredes de tus habitaciones tienen mucho que decir, incluso en los baños. Se acabó tenerlos en un segundo o tercer plano. O más bien, sin nada que aportar a la decoración, como si fueran superficies anodinas, carentes de interés estético o algo bello que mostrar. Es hora de renovar techos y paredes con molduras.
Cuando hablamos de molduras automáticamente solemos pensar en elementos de escayola, pero lo cierto es que los modelos más cómodos y rápidos de colocar son de poliuretano, poliestireno y polietileno. Tres materiales muy ligeros que se cortan fácilmente y se fijan sin ninguna dificultad con adhesivos especiales.
Pero volvamos a su faceta decorativa. Las molduras más sencillas realzan y producen una estética limpia y un tanto minimalista. Mientras que los diseños más elaborados, con relieves y dibujos, pueden llegar a imprimir un sabor centenario envidiable.
Claves para renovar techos y paredes con molduras
Hoy queremos contarte el gran potencial que tienen estos elementos decorativos. Renovar techos y paredes con molduras. Puede sonar ambicioso pero no lo es. Las molduras son recursos increíbles para enriquecer estas superficies eligiendo entre diseños muy distintos pero con un mismo fin: su enorme poder para que estas zonas irradien belleza y personalidad. Para que sumen al resto de la decoración.
Si te apuntas al reto, verás que no se trata de introducir grande cambios, ni tampoco crear techos o terminaciones recargadas en la parte superior de las paredes. No hablamos de eso, si no de jugar con estos adornos de una forma sutil para descubrir que tienen un hueco en los estilos más dispares. Comprobar que realmente son grandes elementos decorativos y que están de plena actualidad.
Solo es cuestión de saber dosificar estos ornamentos con acierto, integrarlos en su justa medida y combinarlos de forma que enriquezcan los espacios, sin miedo a combinarlos con materiales y acabados que son tendencia.
Un aire neoclásico para decoraciones modernas
Una de estas propuestas consiste en explorar su lado neoclásico y apostar por ellas para decorar ambientes marcadamente modernos y de techos elevados. Y si hay algún que otro mueble de diseño, mejor que mejor. La realidad es que son un fondo fantástico para incorporar después mobiliario contemporáneo. Sobre todo las molduras grandes o huecas, perfectas para poner luces en su interior. ¿Ves lo fácil que es renovar techos y paredes con molduras?
Nada como ponerlas de forma que recorran todo el perímetro de la estancia. De inmediato realzan la belleza del espacio y ponen el foco visual sobre el techo. Una dosis de suprema elegancia.
Hasta es posible crear efectos más teatrales. En ese caso, incorporar molduras más barrocas es infalible, ménsulas incluidas si nos gusta la arquitectura clásica. Como si fueran una hilera de pequeñas figuras que recorren de lado a lado esa unión entre el techo y la pared. El resultado es muy chulo.
Un toque femenino a los ambientes
Estos ornamentos también poseen una gran capacidad decorativa cuando se trata de acentuar un estilo concreto de una estancia. De poner ese toque final que marca la diferencia y es capaz de dejarnos con la boca abierta. El reto en este caso es hacer mix increíbles.
Por ejemplo, combinando un papel pintado impactante en las paredes, a base de motivos florales, con molduras de relieves en el techo de idénticos dibujos, en un blanco impoluto. La imagen final puede tener un guiño femenino fresco y evocador.
Contrastes nada convencionales
Seguimos buscando ideas que te sorprendan para renovar techos y paredes con molduras. A mi me encanta la propuesta de cambiarlas de lugar. Jugar a darlas un mayor protagonismo en otras zonas de los muros. Es decir, nada de usarlas para delimitar y ornamentar esa frontera entre paredes y techos, que suele ser su funcional habitual. ¿Qué tal emplearlas para rematar un romántico zócalo? En este caso, los modelos de diseños delicados, con guirnaldas enlazadas, pueden ser fantásticos compañeros.
La combinación original viene ahora. La parte superior de la pared puede poner el contrapunto para crear un contraste nada convencional, pintándola en un color intenso o pegando en él un vinilo con imágenes urbanas, grandes figuras humanas, etc. Te sorprenderá la imagen final.
Molduras con mensajes: el no va más
Otra cualidad de estos remates decorativos es que son como un lienzo en blanco sobre el que es posible pintar, escribir, dibujar…. En definitiva, dejan la puerta abierta para plasmar una versión más artística.
Sin duda las molduras personalizadas marcan un antes y un después en la decoración de cualquier estancia. En concreto, los modelos lisos y anchos son geniales para escribir palabras o letras sueltas. Incluso son perfectos para hacer sencillos estarcidos. Más artístico imposible.
Jugar a lo que no es
Tal vez no lo sepas, pero existen molduras sintéticas de estilo antiguo que imitan con un realismo asombroso todo tipo de arabescos, volutas, almenillas y un sinfín de ornamentos propios del barroco o del neoclasicismo. Gracias a ellas, podemos dar una imagen más clásica a las paredes si eso es lo que nos apetece conseguir. Y de una manera sencilla y práctica. El juego está servido.