¿Necesitas renovar el pavimento de tu casa? Instalar un suelo laminado puede ser una buena opción. Se trata de un material decorativo, resistente y económico. Además, como es fácil de colocar y no requiere obras, podrás hacerlo tú mismo. ¿Quieres saber cómo?
Es uno de los materiales que triunfan hoy día, en lo que a suelos para la casa se refiere. Y no es raro, puesto que reúne un gran número de ventajas en comparación con otras alternativas. Además, instalar un suelo laminado es un trabajo relativamente sencillo que está al alcance de los aficionados al bricolaje.
El suelo laminado es muy resistente y eso lo hace adecuado, incluso, para zonas de paso y con mucho tránsito. Y no solo eso. Además de aportar la calidez de la madera, hay una gran variedad de modelos, colores y acabados.
La elección del suelo dependerá, por tanto, de varios factores: de su color y acabado, del nivel de resistencia que necesites (hay varios grados en función de dónde vayas a colocarlo) y del presupuesto que quieras destinar.
¿Quieres instalar un suelo laminado tú mismo?
Aunque este tipo de pavimentos no son, ni de lejos, la opción más cara, siempre puedes abaratar el coste de la renovación colocándolo tú mismo. El trabajo no es complicado y, si eres un poco manitas, seguro que te quedará perfecto.
Eso sí, conviene que te informes previamente de todo el proceso. Hay varios aspectos que debes tener en cuenta a la hora de instalar un suelo laminado. Para empezar, tendrás que preparar convenientemente la superficie y aislarla bien. A continuación te damos una guía de todos los pasos que tienes que seguir para alcanzar el éxito en tu aventura.
Como consejos iniciales te diré que debes trabajar por habitaciones, planificando bien los tiempos para no terminar con agobios que no te ayudarán. Piensa que, si no lo has hecho antes, la tarea puede llevarte más tiempo del previsto.
Una vez que la habitación esté totalmente vacía, debes dejar allí el material para que se aclimate y se adapte a las condiciones ambientales del lugar. Esto es muy importante, así que deja las cajas del suelo laminado cerradas al menos 48 horas antes de comenzar a trabajar. Aprovecha para quitar las puertas, retirar los rodapiés antiguos y arreglar cualquier desconchón de la pared en esta zona.
Un suelo perfectamente nivelado
Es una condición imprescindible para instalar un suelo laminado, ya que si tiene ondulaciones o desniveles el resultado puede llegar a ser desastroso. Por eso tendrás que dedicar un tiempo a comprobar, nivel en mano, que la superficie es plana y no tiene desniveles (si existen variaciones, estas han de ser inferiores a 2 mm).
En el caso de que existan desniveles, tendrás que aplicar una pasta autonivelante por todo el suelo de la habitación. Se aplica fácilmente, se alisa con una llana y va rellenando cualquier hendidura hasta nivelar el suelo por completo.
Colocar el aislamiento
Aislar de forma conveniente el pavimento de la habitación es otra de las cosas importantísimas que tendrás que hacer cuando quieras instalar un suelo laminado. Existen diversos tipos de aislamiento. En principio, déjate asesorar por un experto para elegir el mejor producto, en función de si necesitas mayor aislamiento acústico o térmico.
Si vas a colocar fibra en rollo, coloca las tiras comenzando por un extremo de la habitación y poniendo unas junto a otras sin superponerlas. Ten en cuenta que, sea como sea el material aislante, las juntas del mismo no deben coincidir con las de la tarima. Debes colocarlo de forma perpendicular a las lamas.
Instalar las lamas con sistema clic
Ya tienes la superficie lista y aislada y puede empezar a colocar la primera fila de lamas. Comienza por la pared, colocando primero unas cuñas de plástico para que quede una separación mínima. Es necesario dejar este espacio para que la madera pueda dilatar sin problemas. Debes dejar esta junta alrededor de todas las paredes.
Pon la primera lama con la lengüeta hacia la pared y ve añadiendo lamas. Con el sistema en clic será muy sencillo. Solo tienes que ir encajando la lengüeta de una de las lamas con la ranura de la otra. Para ensamblarlas perfectamente necesitarás golpearlas ligeramente con un mazo de goma.
Un consejo: para no estropear las lamas existe una pieza específica de plástico o metal que permite golpearlas sin deteriorarlas. Lo mejor es que te compres un kit de instalación de suelo laminado que incluya esta pieza, un tiralamas (para poder ensamblar las últimas piezas) y las cuñas de plástico.
Completa la primera fila cortando la última lama si es necesario. Ten en cuenta que esta última pieza no debe ser menor de 20 cm. Si lo es, tendrás que cortar un poco la primera lama. No te olvides de colocar la cuña de plástico junto a la pared antes de poner la última tabla.
¡Vamos a por la segunda fila!
Ya tienes perfectamente colocada la primera fila de tu nuevo suelo laminado. Ahora tendrás que continuar con la segunda. Para hacerlo, ensambla primero la parte lateral de la lama y después la parte más larga. Y así hasta el final de la habitación.
Ahí va una recomendación práctica. Es conveniente que alquiles una ingletadora cuando vayas a instalar un suelo laminado. Tener que cortar tantas lamas, levantarse y volverse a agachar, puede terminar siendo muy cansado. La ingletadora te permite cortar las lamas en el suelo, de una forma rápida, sencilla y cómoda.
Un trabajo bien rematado
Ya has terminado de colocar todas las lamas en el suelo de la habitación. Queda la parte final, rematar el trabajo para conseguir un resultado perfecto. Esto implica, por ejemplo, salvar los marcos de las puertas.
Para hacerlo, coloca un trozo de lama y de aislante en el suelo (para marcar los centímetros que va a subir el suelo) y corta el cerco con un serrucho colocado en plano. Rebaja los restos del corte con un formón. Ya puedes insertar la lama definitiva de la tarima.
Por último, tendrás que retirar todas las cuñas de madera y colocar el rodapié, encolándolo con masilla adhesiva o silicona especial.
Como ves, instalar un suelo laminado es fácil. ¿Te animas a hacerlo tú mismo?