El estilo neorústico es toda una tendencia en decoración de interiores fruto de la vuelta de tendencias pasadas como el vintage, lo rústico, el shabby chic, etc. Conseguir mezclar lineas de diseño rústicas con otras más actuales es el quid de la cuestión en el estilo neorústico que comienza a imperar en la decoración de interiores.
A continuación os mostramos algunas de las claves más importantes a tener en cuenta cuando ponemos en marcha un proyecto de decoración de interiores con estilo neorústico:
Conseguir que lo nuevo parezca rústico
Una estancia rústica tendrá mucho más carácter con un buen suelo de madera. Sin embargo, es importante cuidar los detalles y optar por un suelo cuya apariencia sea un tanto rústica. Podrás encontrar suelos de parqué estilo rústico en prácticamente cualquier tienda, e incluso optar por pavimentos cerámicos inspirados en la madera como el que puedes ver en la siguiente fotografía de la firma de cerámica española Gayafores.
Combinar nuevo y rústico
El estilo neorústico se consigue mediante los contrastes así que no dudes en utilizar muebles de diseño moderno como un sillón de líneas sencillas o un aparador de acero. Un buen truco para que además el proyecto de decoración no sea demasiado costoso es utilizar muebles de IKEA en contraposición con otros elementos que podrás encontrar en tiendas de muebles antiguos.
Restaurar muebles
Un mueble antiguo, debidamente restaurado pero manteniendo su esencia e incluso pequeños desperfectos puede convertirse en el centro de un proyecto de decoración neorústica. Hay incluso quien mantiene muebles ligeramente apolillados y tratados para que se vean los años que han pasado por él.
Colores clásicos
Aunque el toque actual se puede añadir con un color fluor, lo rústico siempre ha sido identificado con los colores tierra, ocre… y lo nuevo con el color blanco, los aceros… Trata de mantener esa dicotomía entre objetos de madera y marrones antiguos y los modernos en tonos blancos para conseguir un espacio con equilibrio entre ambos estilos.